Dos décadas después del fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), Chile ha abierto en los últimos dos años interrogantes sobre las muertes de dos expresidentes Salvador Allende y Eduardo Frei Montalva, de un exministro, José Tohá, y de un Premio Nobel, el poeta Pablo Neruda.

Las causas de sus decesos, atribuidos en los casos de Allende y Tohá a sendos suicidios y, en el resto, a enfermedades o infecciones, han sido puestas en duda con la presentación de querellas y la apertura de investigaciones judiciales que buscan aclarar unos episodios que hasta ahora se consideraban cerrados.

El caso más emblemático es, sin duda, el de Salvador Allende, cuya muerte en el Palacio de la Moneda, asediado y bombardeado por las tropas golpistas que permitieron el ascenso del dictador Augusto Pinochet, se convirtió en un símbolo.

A las dudas sobre lo que ocurrió en La Moneda se suman las incertidumbres acerca del fallecimiento del Premio Nobel de Literatura Pablo Neruda, quien murió el 23 de septiembre de 1973, 12 días después del golpeen la clínica santiaguina Santa María. El mismo centro donde falleció el expresidente Eduardo Frei Montalva, cuando fue sometido a una cirugía de hernia de hiato.

La hija de Allende, la senadora Isabel Allende; el hijo de Frei Montalva, el expresidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle, y la hija de José Tohá, Carolina Tohá exportavoz de la presidenta Michelle Bachelet apoyan estas indagatorias.