El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, aseguró ayer en Valencia que si el grupo guerrillero de las FARC «quiere hacer política», está dispuesto a darles «un espacio público pero sin armas» y ha defendido su negociación con los terroristas en «la necesidad de buscar la convivencia».

Santos realizó estas aseveraciones en un discurso tras recibir de manos del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, el XX Premio de Convivencia Manuel Broseta en reconocimiento a su compromiso en la lucha contra el terrorismo, el fin del conflicto guerrillero en Colombia y la búsqueda de la paz. En su alocución dijo que la necesidad de lograr convivencia le llevó a lanzar a las FARC el mensaje de  «dialogar para una salida negociada del conflicto».

Rehenes. En coincidencia, John Pinchao, uno de los pocos rehenes de las FARC que logró recuperar la libertad por sí mismo, en su caso después de ocho años y medio de secuestro, dijo ayer en Bogotá que es «moderadamente optimista» respecto al proceso de paz en Colombia, pese a que, a su juicio, no le da a las víctimas el papel que les corresponde.

Las víctimas del conflicto son «grandes ausentes», aunque «son un actor importante» y deberían contar en este proceso, señaló el policía retirado Pinchao en una entrevista telefónica con EFE pocos días antes del inicio de la negociación en Cuba, el 19 de noviembre.

El arranque del diálogo entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para poner fin a casi 50 años de conflicto coincide con el retiro de Pinchao de la Policía, con el rango de subcomisario, y el comienzo de una nueva vida como conferenciante y futuro padre, pues su esposa espera una niña para diciembre.