La Policía brasileña tomó la favela Vila Cruzeiro, el principal baluarte de la mayor banda de narcotraficantes de Río de Janeiro, con apoyo de tanques de guerra, en medio de una ola de violencia que ha causado al menos 30 muertos en cuatro días.

El número de muertos puede aumentar considerablemente, puesto que la Policía todavía no ha divulgado datos sobre la invasión de este barrio marginal en el que viven cerca de 240.000 personas, y que ayer estuvo sometido a varias horas de intensos tiroteos.

Otra operación realizada ayer por la Policía Civil (judicial) en la favela de Jacarezinho terminó con siete presuntos delincuentes abatidos, según confirmaron fuentes.

Con estas operaciones, las autoridades persiguen poner fin a una ola de incendios de vehículos que comenzó el fin de semana y que ha proseguido hasta ayer, en un intento de los narcotraficantes de sembrar el pánico en la segunda mayor ciudad de Brasil.

Un contingente de cerca de 200 hombres sitió en la mañana la Vila Cruzeiro, localizada en la falda de un monte en la periferia de Río, y realizó su incursión apoyada por seis tanquetas del modelo M113, cedidas por la Armada, y de los blindados negros que usa normalmente el batallón de elite de la Policía Militarizada.

Los tanques, pintados de camuflaje verde y ocre y armados con ametralladoras de 50 milímetros, dejaron la huella de sus orugas sobre los escombros y neumáticos incendiados con los que habían montado barricadas los «narcos» en los accesos a la favela, mientras grupos de vecinos asistían al espectáculo estupefactos.

La incursión dio paso a un intenso tiroteo, que fue transmitido en directo desde los helicópteros de los canales locales y que prácticamente paralizó a la ciudad.  Uno de los tanques quedó «fuera de combate», al parecer por los disparos que recibió por parte de los criminales, según relataron medios locales.

Cerca de dos horas después del comienzo del ataque, decenas de sicarios armados con fusiles se vieron obligados a batirse en retirada campo traviesa por el monte en dirección a una favela vecina, Morro do Alemão, que es otro de los mayores fortines de la banda Comando Vermelho.

Durante la huida, un tirador de elite abatió a uno de los presuntos delincuentes, que se desplomó y después fue arrastrado por uno de sus compañeros, mostró la Tv Globo en directo. Más tarde, los criminales prendieron fuego a neumáticos, formando barricadas y levantando negras columnas de humo.