Icono del sitio La Razón

Torrenciales lluvias anegan Karachi, convertida en involuntaria ‘Venecia’

En los últimos días, Danial Haris y su familia debieron trasladarse al primer piso. En la megalópolis de Karachi, donde viven, las lluvias monzónicas, sumadas a un defectuoso urbanismo y a una corrupción endémica, han anegado como cada año la ciudad.

En su casa, el agua estancada llega a la altura de la rodilla en la planta baja, dañando todos sus bienes. «Es la primera vez que la casa está inundada» se lamenta este empresario de unos 30 años.

La culpa, según Haris, es de un «edificio recientemente e ilegalmente construido» en el vecindario, que «bloquea las aguas de la lluvia». «Es nuestro destino: las autoridades son indiferentes al bienestar de la gente normal», dice.

Los datos

En todos los barrios de la ciudad se repiten las mismas escenas: los peatones apenas pueden atravesar calles, a veces con el agua hasta el torso, y los coches son acarreados por la inundación. El ejército ha tenido que acudir como refuerzo.

Desde hace tiempo ya las alcantarillas están bloqueadas por desechos, pues la municipalidad es incapaz de recoger la totalidad de la basura de esta ciudad de 20 millones de habitantes.

Los monzones son copiosos en el sur de Asia. Y Karachi, año tras año, acaba sumergida parcialmente bajo las aguas. En los últimos días fue aún peor y los servicios de meteorología registraron en la ciudad el jueves cerca del doble de precipitaciones (230 mm) que el promedio para julio-agosto (130).

(29/08/2020)