Los presos se amotinaron hace tres semanas tras negarse a ser trasladados de La Planta, institución en la capital Caracas que el Gobierno va a cerrar por no contar con las condiciones mínimas para albergar reclusos. Desde entonces, el retén está fuera de control.

El  presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), Diosdado Cabello, dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), del presidente Hugo Chávez, puntualizó que los presos van saliendo por pabellones y en grupos, y que las autoridades aún no han accedido al interior de La Planta. 

El conflicto en La Planta comenzó a finales de abril tras la decisión del Gobierno venezolano de cerrar la penitenciaría, situada en la parroquia caraqueña de El Paraíso, decisión rechazada por los presos.

Posteriormente se produjo un intento de fuga, que según las autoridades quedó en huida frustrada, y protestas de los familiares, mientras en el interior del recinto se han repetido los tiroteos por parte de los reclusos.

El pasado 9 de mayo, Henry Molina, de 48 años, falleció al ser alcanzado en su casa por un disparo que salió del centro penitenciario. El Gobierno ha admitido que tiene “un grave problema” por el ingreso de armas y todo tipo de cosas a las prisiones, aunque asegura que está tratando de reestructurar el entero sistema carcelario y de capacitar a los funcionarios que trabajan en el servicio penitenciario nacional.

Según la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), durante 2011 se registraron al menos 560 muertos y 1.457 heridos en hechos registrados en las 35 prisiones del país. En estas prisiones, según esta fuente, el hacinamiento, el saturamiento corresponde hasta a un 360% de la capacidad en el sistema carcelario venezolano.