Hollande recibió ayer un espaldarazo de las autoridades europeas a sus planes en favor del crecimiento económico, aunque seguían llegándole advertencias para que respete los compromisos de austeridad fiscal asumidos por París.

En una conferencia de prensa en Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, alentó a “aprovechar la dinámica actual para aplicar las medidas planteadas” por sus servicios y “reactivar el motor averiado del crecimiento europeo”. Y el director de la Organización Mundial de Comercio (OMC), el francés Pascal Lamy, próximo a Hollande, abogó por un “presupuesto europeo de crecimiento” en la Eurozona.

Propuestas. La Comisión Europea propone emitir obligaciones europeas que servirían para financiar proyectos de infraestructura, aumentar el capital del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para ayudar a las pequeñas y medianas empresas, e imponer una tasa a las transacciones financieras. Durante su campaña, Hollande hizo de estas medidas sus propuestas.

Desde el estallido de la crisis de la deuda soberana en la Eurozona a comienzos de 2010, el recorte del gasto fue la doctrina aplicada por doquier para reducir un endeudamiento público inflado al calor de la crisis financiera de 2008. Algunos de los países donde más se aplicaron los recortes, como Grecia, Portugal y España, se encuentran actualmente en recesión, un espectro que este año amenaza al conjunto de la Eurozona.

Frente a esto, Hollande propugna incluir un capítulo con medidas a favor del crecimiento en el pacto acordado en marzo por 25 de los 27 Estados de la UE, que contempla entronizar en la legislación de cada país el principio del equilibrio presupuestario.

El eje París-Berlín como en los 80

París

En Francia hay un socialista como François Mitterrand.

Berlín

En la otra capital de la locomotora europea, un democristiano como Helmut Kohl.