Al menos 65 personas murieron y 112 resultaron heridas ayer en un atentado suicida ante un local administrativo en un mercado muy concurrido del noroeste de Pakistán, un país confrontado a una serie de ataques de talibanes vinculados a la red Al Qaeda.

El atentado fue perpetrado en Yakaghund, una aldea del distrito tribal de Mohmand, a poca distancia de la frontera afgana y uno de los bastiones de los talibanes paquistaníes y de los combatientes extranjeros de Al Qaeda, indicó un periodista de la AFP en el lugar.

El kamikaze lanzó su motocicleta contra la entrada de una casa utilizada como oficina de la administración local.

«El blanco no está claro, podría ser la administración local o bien miembros de un grupo (de líderes tribales) encargados de negociar la paz (con los talibanes, ndlr) y que acostumbran a reunirse en mi oficina todos los viernes», explicó a la AFP Rasool Khan, jefe de la administración local. Antes había dicho que el blanco era él.
«El balance es de 65 muertos y 112 heridos», anunció.

La oficina de la administración resultó dañada, al igual que un muro de una prisión contigua, y varios tenderetes se derrumbaron, constató la AFP.