Al menos 43 personas murieron ayer y 64 resultaron heridas en un atentado suicida contra un puesto de las fuerzas de seguridad de la ONU en el cinturón tribal paquistaní fronterizo con Afganistán, donde pese a las operaciones militares la insurgencia conserva capacidad para lanzar grandes ataques.

Los hechos se registraron en Khar, capital del distrito de Bajaur, donde una joven vestida con un burka (prenda que cubre todo el cuerpo desde la cabeza a los pies) detonó la carga explosiva que portaba frente a un dispositivo de la Policía regional, informó a EFE una fuente oficial.

De acuerdo con esa versión, 42 civiles, incluidos mujeres y niños, y un guardia, fallecieron en la explosión que causó heridas a otras 64 personas, incluidos cuatro miembros del cuerpo policial.

El atentado tuvo lugar cerca de varios edificios de la Administración pública y no muy lejos de un centro de distribución de raciones del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas, donde cientos de personas desplazadas por el conflicto en el noroeste se habían congregado.

Ayer se conoció además que fuerzas paquistaníes atacaron zonas tribales junto a la frontera con Afganistán y mataron a 40 presuntos insurgentes, informó AFP. «Desde ayer (viernes) las fuerzas de seguridad  realizaron acciones contra escondites insurgentes y matado a 40», confirmó Amjad Ali Khan, alto responsable del distrito de Mohmand.