Un gel inodoro, incoloro y prácticamente insípido se ha convertido en la nueva gran esperanza en la lucha contra el sida, con un poder de prevención tal que los expertos consideran que «puede alterar el curso de la epidemia de VIH» en el mundo.

La presentación de un estudio que cifra en un 39% la capacidad de este medicamento para reducir las infecciones fue ayer la estrella de la Conferencia Internacional SIDA 2010 que se celebra en Viena hasta el viernes.

La eficacia inicial de esta nueva arma en la lucha contra el sida ha sido demostrada en un primer estudio conducido por investigadores de Caprisa, un centro de investigación de la universidad sudafricana de Kwazulu-Natal y de la estadounidense de Columbia.

Este microbicida ha sido desarrollado a partir de Tenofovir, un conocido antirretroviral ya usado por vía oral y que en su nueva forma está diseñado para ser aplicado en la vagina 12 horas antes y 12 horas después del coito.

La presentación ayer en Viena de los resultados del estudio fue recibida con una ovación por cientos de delegados y asistentes a esta cumbre sobre el sida, que desde el domingo reúne en la capital austríaca a 25.000 expertos, activistas y delegados para debatir nuevas estrategias contra el VIH.

«Esta nueva tecnología tiene el potencial de alterar el curso de la epidemia del VIH, especialmente en Sudáfrica, donde las mujeres llevan la mayor carga de esta devastadora epidemia», subrayó Quarraisha Abdool Karim, una de las responsables del estudio.

Los activistas antisida ostentan creatividad

En la «Aldea Global» de la conferencia contra el sida de Viena, militantes y organizaciones de varios países despliegan un arsenal creativo contra la pandemia, que inspiró danzas, poemas y hasta comedias musicales.

Con sus disfraces de latex fosforescente que marca cada detalle de los músculos, Methadone Man y su compañera Buprenorphine Babe, dos «superhiroes» al estilo Superman están listos para enfrentar a su enemigo mortal el VIH.

Su misión consiste en obtener el libre acceso de los toxicómanos a las drogas de sustitución, con cuyos nombres fueron bautizados. Estas sustancias son vistas de reojo en numerosas regiones.