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Un legado de 100 años en América Latina

La revolución mexicana, que cumple 100 años, constituyó el primer levantamiento popular en América Latina del siglo XX, y expertos opinan que dejó huella no sólo en la historia política y social de continente, sino también en la cultura.

La música ranchera, el nacimiento del cine en América Latina, la exaltación de las artes plásticas y la pintura muralista, la literatura nacionalista, la creación de grandes universidades estatales e incluso la popularización de la palabra revolución, son legados del levantamiento de 1910 para derrocar a Porfirio Díaz, instalado 34 años antes en la presidencia.

El levantamiento instigado por Francisco Madero sacó a Díaz, pero no amainó el levantamiento pues los enfrentamientos propiciados por líderes campesinos como Francisco Villa y Emiliano Zapata siguieron y México se sumió en dos décadas de violencia.

El alzamiento convocado por Madero inició el 20 de noviembre de 1910, en los estados del norte del país. «Se trata del movimiento popular y campesino más grande de la historia de Latinoamérica», subrayó en Ensayos Mexicanos el historiador Friedrich Katz, fallecido este año.

Según Katz, «a diferencia de las otras grandes revoluciones del siglo XX que fueron encabezadas en forma dominante por intelectuales y políticos, la mexicana tuvo como dirigentes a campesinos».