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Una abuela británica, primera occidental vacunada contra el coronavirus

La casualidad quiso que el segundo vacunado fuera William Shakespeare, un hombre de 81 años que se declaró "encantado" y cuyas imágenes emocionaron visiblemente al ministro de Sanidad, Matt Hancock.

/ 8 de diciembre de 2020 / 22:05

Una británica de 90 años se convirtió este martes en la primera paciente del mundo en recibir la vacuna contra el covid-19 desarrollada por Pfizer y BioNTech, dentro de una campaña de vacunación lanzada por el Reino Unido que se augura larga y logísticamente complicada.

El Reino Unido, primer país occidental que comenzó a vacunar a su población contra el coronavirus, decidió dar prioridad a los ancianos, sus cuidadores y al personal sanitario.

Entre aplausos y gritos de júbilo, Margaret Keenan, a punto de cumplir los 91 años y vestida con una camiseta con motivos navideños, fue la primera en recibir una dosis, poco después de las 06h30 (locales y GMT) en un hospital de Coventry, en el centro de Inglaterra.

«Me siento muy privilegiada por ser la primera persona en ser vacunada contra el covid-19, es el mejor regalo de cumpleaños que hubiera podido esperar», declaró esta mujer, exempleada de una joyería con dos hijos y cuatro nietos, rodeada de cámaras de televisión.

Margaret se había mantenido aislada desde el inicio de la pandemia en marzo. Ahora, gracias a la vacuna, de la que deberá recibir una segunda dosis en 21 días, «puedo plantearme pasar tiempo con mi familia y mis amigos en el nuevo año», dijo citada por la agencia Press Association.

La casualidad quiso que el segundo vacunado fuera William Shakespeare, un hombre de 81 años que se declaró «encantado» y cuyas imágenes emocionaron visiblemente al ministro de Sanidad, Matt Hancock, en directo en la televisión: «el año ha sido tan difícil para tanta gente», afirmó.

«No podemos relajarnos»

El Reino Unido, país más castigado de Europa por la pandemia, con más de 62.000 muertos, fue la primera nación occidental en autorizar el uso de una vacuna.

Rusia comenzó a administrar la suya, denominada Sputnik V, el pasado fin de semana y en China se suministró una vacuna experimental a un grupo muy pequeño de la población. Estados Unidos y la Unión Europea esperan aún la aprobación de sus reguladores.

En el Reino Unido, la vacunación comenzó solo en hospitales, 50 centros en total, debido a la necesidad de mantener a muy baja temperatura, entre -70ºC y -80ºC, la vacuna de Pfizer/BioNTech de la que en los últimos días llegaron las primeras 800.000 dosis desde sus laboratorios de fabricación en Bélgica.

«Es increíble ver salir la vacuna, es increíble ver este tremendo impulso para toda la nación pero no podemos permitirnos relajarnos», declaró el primer ministro Boris Johnson tras visitar uno de los centros de vacunación. Todavía «no hemos derrotado al virus», subrayó llamando a todo el mundo a aceptar la inyección sin miedo.

El éxito de la vacunación es crucial para el gobierno de Johnson, muy criticado por sus políticas erráticas contra la pandemia y enfrentado a una revuelta entre sus filas conservadoras contra las severas restricciones locales que entraron en vigor el 2 de diciembre tras el segundo confinamiento.

Para luchar contra las reticencias de algunos británicos a recibir la inyección, la reina Isabel II, de 94 años, y su marido, el príncipe Felipe, de 99, podrían ser vacunados en público en los próximos días.

«Goodbye» al virus «asesino»

Gracias a la vacuna «ahora tenemos un poco de esperanza», dijo a la AFP John Bottomly, un jubilado de 78 años, frente al Royal Preston Hospital de Lancashire, en el noreste. «Vamos a decirle goodbye a este virus asesino», agregaba.

Pero no todos son tan entusiastas. «Para ser franco no me la voy a poner yo ni nadie en mi familia, muchos son escépticos, creo que tal vez dentro de un año esta vacuna podría acabar provocando problemas más que soluciones», reconocía Barry Maxwell, un carpintero de 37 años, en Edimburgo.

El orden de vacunación proseguirá por grupos de edad regresivos, hasta los mayores de 50 años. Las autoridades esperan haber vacunado a todas las personas vulnerables hacia abril.

Será «una carrera de fondo no de velocidad» advirtió el director médico de la sanidad pública británica, Stephen Powis.

El Reino Unido ha comprado 40 millones de dosis a Pfizer/BioNTech, suficientes para 20 millones de personas.

Es menos de un tercio de su población (66,5 millones), pero el país cuenta con la próxima autorización de otras vacunas, especialmente la británica de AstraZeneca/Oxford, de la que tienen reservadas 100 millones de dosis.

(08/12/2020)

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La reina Isabel II promete tomar ‘muy en serio’ las acusaciones de racismo de Enrique y Meghan

"Las cuestiones planteadas, en particular la de la raza, son preocupantes. Aunque algunos recuerdos pueden variar, se toman muy en serio y serán tratadas por la familia en privado", afirmó un comunicado difundido por el Palacio de Buckingham en nombre de la monarca.

/ 9 de marzo de 2021 / 16:26

Las acusaciones de racismo formuladas por el príncipe Enrique y su esposa Meghan son «preocupantes» y se tomarán «muy en serio», prometió el martes la reina Isabel II, tras la crisis provocada en la monarquía por la explosiva entrevista de la pareja.

«Las cuestiones planteadas, en particular la de la raza, son preocupantes. Aunque algunos recuerdos pueden variar, se toman muy en serio y serán tratadas por la familia en privado», afirmó un comunicado difundido por el Palacio de Buckingham en nombre de la monarca.

«Toda la familia se entristece al conocer lo difícil que han sido los últimos años para Enrique y Meghan», aseguró, subrayando que la pareja y su hijo Archie «serán siempre miembros muy queridos de la familia».

Esta es la primera reacción de la corona a las dos horas de confesiones íntimas que Enrique, de 36 años, nieto de la reina, y la exactriz estadounidense Meghan Markle, de 39, hicieron a la estrella de la televisión estadounidense Oprah Winfrey.

Difundida el domingo en Estados Unidos y el lunes en el Reino Unido, la emisión, que recuerda a una chocante entrevista concedida en 1995 a la BBC en que la madre del príncipe, la princesa Diana, reveló desde sus problemas de bulimia hasta las infidelidades en su matrimonio, sumió a la casa real en una crisis de iguales o mayores proporciones.

Según la prensa británica, la soberana, de 94 años, mantuvo «conversaciones de crisis» con su hijo y heredero al trono, Carlos de 72 años, y su nieto y segundo en la línea sucesoria, Guillermo, de 38 años, antes de reaccionar.

La reina Isabel II, Meghan y Enrique

Crisis en la institución monárquica

En su entrevista con Oprah Winfrey, vista por 11 millones de personas en el Reino Unido y 17 millones en Estados Unidos, Meghan y Enrique afirmaron que algún miembro de la familia -que no fueron ni la reina ni su esposo Felipe, de 99 años y actualmente hospitalizado desde hace tres semanas- se había mostrado «preocupado» por el color de piel de tendría su hijo Archie, ya que la madre de Meghan es negra.

Esta acusación puede resultar muy dañina para la monarquía, en un país donde la fuerza del movimiento Black Lives Matter llevó a revisar muchos aspectos de la historia colonial y su relación con la trata de esclavos.

Espero que fuese «sólo una pregunta tonta», afirmó el martes el padre de Meghan, Thomas Markle.

«No creo que la familia real británica sea racista en absoluto», dijo en una entrevista con el canal británico ITV pero admitió no conocer a ningún miembro de la realeza, ni siquiera a su yerno Enrique ni a su nieto Archie, de casi dos años.

Meghan se distanció de él antes de su boda en mayo de 2018, a la que Markle no pudo asistir por problemas de salud. Su hija dijo haberse sentido «traicionada» cuando descubrió que Thomas estaba alimentando a la prensa sensacionalista posando para los paparazzi en México y hablado sobre ella en entrevistas.

Desde entonces no se han vuelto a ver.

Los británicos, divididos por edades – Un año después de su estrepitosa salida de la realeza británica y su partida a California, la pareja pintó en esa entrevista un sombrío retrato de la monarquía británica.

Con lágrimas en los ojos, Meghan dijo haberse sentido tan infeliz durante su vida en palacio que llegó a pensar en el suicidio.

Y aseguró que cuando dijo a la familia real que estaba sufriendo por la agresiva cobertura de los medios sensacionalistas británicos y necesitaba ayuda psicológica, le contestaron «que no sería bueno para la institución».

Los británicos se mostraron divididos ante estas acusaciones, principalmente en función de la edad.

El príncipe Enrique y su esposa Meghan durante la entrevista concedida a la estrella de la televisión estadounidense Oprah Winfrey.

Según un sondeo realizado a más de 4.600 personas por YouGov, el apoyo a los duques de Sussex es más fuerte entre los jóvenes de 18 a 24 años (48%) que entre los mayores de 65 (9%). Estos últimos están en un 55% a favor de la familia real, frente al 15% de los más jóvenes.

La entrevista fue mejor recibida en Estados Unidos, donde incluso la Casa Blanca saludó la «valentía» de Enrique y Meghan al «hablar de sus propias luchas con la salud mental y relatar su historia personal».

La controversia arrastró a otras conocidas figuras públicas en el Reino Unido, como el presentador televisivo Piers Morgan, que tuvo que abandonar su show matinal en la cadena ITV tras criticar duramente a Meghan Markle.

Morgan, que conoce a la duquesa de Sussex de su época de actriz, dijo en directo que no creía que Markle hablara en serio cuando mencionó el suicidio en su entrevista, lo que provocó un alud de protestas de telespectadores.

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El Reino Unido emprende una ‘nueva era’ fuera de la Unión Europea

El sorprendente resultado del referéndum de 2016, en que contra los pronósticos 52% de británicos votó a favor del "brexit", fue explicado por muchos como una reacción desesperada de la parte del país.

/ 2 de febrero de 2020 / 12:34

Fuera de la Unión Europea por primera vez en casi 47 años, el Reino Unido emprende este sábado una "nueva era" en que tendrá como principal objetivo negociar su relación comercial con Bruselas, pero también con Washington, y superar las divisiones.

"El telón se levanta para un nuevo acto en nuestro gran drama nacional", dijo el primer ministro Boris Johnson el viernes en un mensaje a la nación cuando todo un país pasaba, una hora antes de la medianoche, al otro lado del espejo entre los gritos de júbilo de unos y las lágrimas de tristeza de otros.

"Despedida de la UE" (The Times), "El día que decimos adiós" (The Guardian) o "El Reino Unido corta finalmente lazos con la UE" (Financial Times), toda la prensa recibía el día con la nueva página que se abre en el futuro del país. "Ahora a construir el Reino Unido que nos prometieron", exigía The Mirror.

De nuevo en solitario desde que en 1973 entró en la Comunidad Económica Europea -antecesora de la UE-, los británicos deben ahora "usar estos nuevos poderes, esta soberanía recuperada, para lograr los cambios por los que la gente votó", aseguró Johnson.

El sorprendente resultado del referéndum de 2016, en que contra los pronósticos 52% de británicos votó a favor del "brexit", fue explicado por muchos como una reacción desesperada de la parte del país -principalmente Gales y el norte de Inglaterra- olvidada por una globalización que enriqueció a Londres y agravó las desigualdades.

Johnson, que llegó al poder en junio al reemplazar a Theresa May como líder del gubernamental Partido Conservador, no logró romper el bloqueo político hasta que convocó elecciones anticipadas en diciembre.

Y entonces, también para la sorpresa general, arrebató al opositor Partido Laborista incontables circunscripciones obreras que habían votado mayoritariamente por el Brexit y se desesperaban ante los retrasos de una salida inicialmente prevista para el 29 de marzo de 2019.

Consciente de que estos votantes le habían "prestado" su voto, prometió reunificar al país e invertir, en educación o sanidad, para mitigar las desigualdades tras llevar a cabo lo que durante mucho pareció imposible: hacer efectivo el divorcio con sus 27 socios europeos.

"Este es el amanecer de una nueva era en la que ya no aceptamos que las oportunidades de su vida -las oportunidades de su familia- deben depender de la parte del país en la que haya crecido", afirmó.

– "Hay mucho en juego" –

  • Las personas compran recuerdos y postales con temas de Londres en Londres, el día después de que Gran Bretaña se convirtiera en el primer país en abandonar formalmente la UE. Foto: AFP

El lunes, Johnson tiene previsto dar un discurso en el que marcará las grandes líneas de adónde pretende llevar a los británicos y qué papel en el mundo quiere para el nuevo Reino Unido.

Pero, de momento, tendrá que lidiar con el descontento de una importante parte del país, Escocia, una nación semiautónoma de 5,4 millones de personas en su mayoría contrarias al Brexit que, en un intento de volver a la Unión Europea, parece cada vez más tentada por una eventual independencia.

Una multitudinaria manifestación para pedir un segundo referéndum de autodeterminación, tras el de 2014 en que ganó el no, está prevista el sábado en Edimburgo.

De momento, gracias a un periodo de transición que va hasta finales de diciembre, poco o nada cambiará para la mayoría de habitantes del país.

"No va a ser una enorme transformación", explica a la AFP Jill Rutter, del centro de reflexión UK in a Changing Europe (Reino Unido en una Europa cambiante).

"Lo que cambia es que el Reino Unido abandona todas las instituciones políticas de la UE" pero "para la gente normal es la vida como siempre", agrega.

Sin embargo, "hay muchas cosas en juego", señala.

En los próximos meses, Londres tendrá que negociar su futura relación con Bruselas al tiempo que trata de alcanzar un ambicioso tratado de libre comercio con Estados Unidos, su principal baza para reemplazar a su socio europeo.

Johnson decidió que no quiere alinearse con las normas europeas.

Pero "¿podrá mantenerlo cuando se enfrente a la presión de las organizaciones empresariales y algunos diputados de zonas industriales?", se pregunta Rutter. "Todavía no lo sabemos". (02/02/2020)

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Meghan, amenazada con el testimonio de su padre en un tribunal de Londres

Divorciado de la madre de Meghan cuando ella tenía cinco años, este director de iluminación de Hollywood que ahora vive jubilado en México mantiene desde hace tiempo una tensa relación con la duquesa de Sussex.

/ 15 de enero de 2020 / 12:16

La esposa del príncipe Enrique, Meghan, en el ojo del huracán por su decisión de abandonar sus funciones reales, puede verse enfrentada a su controvertido padre en un juicio contra un diario británico al que acusó de haber violado su privacidad.

Basándose en documentos presentados la víspera ante la Alta Corte de Londres, el diario conservador británico Daily Telegraph afirmó este miércoles que Thomas Markle, de 75 años, "está dispuesto a testificar" en el marco de una querella presentada por su hija contra el rotativo Mail on Sunday.

Incrementando la presión sobre la pareja, "si el caso (…) va a juicio, es probable que el señor Markle declare contra su hija y que la duquesa se vea obligada a testificar contra él", subrayó.

Divorciado de la madre de Meghan cuando ella tenía cinco años, este director de iluminación de Hollywood que ahora vive jubilado en México mantiene desde hace tiempo una tensa relación con la duquesa de Sussex.

No la acompañó al altar cuando en 2018 se casó con el nieto de la reina de Inglaterra. El motivo oficial fue una operación de corazón pero en las semanas previas a la boda había puesto a la familia real británica en un aprieto al posar para unas fotografías de paparazzi a cambio de dinero.

Enrique y Meghan, que la semana pasada provocaron un terremoto en la monarquía británica al anunciar su decisión de renunciar a su posición como miembros de primer rango de la familia real, llevaban denunciando el acoso de algunos medios. Y hace unos meses demandaron a varios diarios británicos.

En el caso del Mail on Sunday, la exactriz estadounidense, de 38 años, le reprocha haber publicado en febrero una carta dirigida a su padre.

– Meghan aparece en Canadá –

El príncipe Enrique, sexto en la línea sucesoria, argumentó en su momento que la carta fue "publicada ilegalmente de manera intencionadamente destructiva". Y aseguró que el diario había "omitido estratégicamente algunos párrafos, algunas frases e incluso algunas palabras para encubrir las mentiras proferidas" contra su esposa.

El nieto de la reina Isabel II, de 35 años, aún dolido por la muerte de su madre, la princesa Diana, en un accidente de coche en 1997 cuando era perseguida por los paparazzi en París, dijo temer que "se repita la historia" de acoso con Meghan.

Un portavoz del Mail on Sunday negó "categóricamente que la carta de la duquesa fuese editada de cualquier manera que cambiara su significado".

La noticia del posible enfrentamiento judicial entre padre e hija por prensa interpuesta llega tras una semana de conmoción para la monarquía británica, obligada a reinventarse a toda prisa tras perder a dos de sus miembros más jóvenes y populares.

En busca de "soluciones viables" para un "tema complejo", la reina de Inglaterra, de 93 años, convocó el lunes a su hijo Carlos -heredero al trono- y sus nietos Enrique y Guillermo a una reunión de crisis en la que la familia real acordó "un periodo de transición" para que los duques de Sussex se retiren de los focos como desean.

Meghan no estuvo presente en el encuentro, organizado en la residencia de la monarca en Sandringham, en el este de Inglaterra, porque regresó rápidamente a Canadá, donde había pasado las navidades con Enrique y su hijo Archie -de ocho meses- y donde vivió cuando trabajaba en la serie de televisión "Suits".

Allí fue vista el martes, en su primera aparición pública.

"¡Miren quien vino a tomar el té hoy!", escribió el Downtown Eastside Women's Centre de Vancouver, una institución canadiense que ayuda a mujeres en dificultades, en Facebook junto a una foto de una sonriente Meghan rodeada de ocho mujeres. (15/01/2020)

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