Colombia y Venezuela volvieron a chocar por las denuncias del primero de que guerrilleros se refugian en territorio venezolano, durante una cita de cancilleres de la Unasur en Quito que dejó en manos de los presidentes del grupo la búsqueda de una salida a la ruptura de relaciones.

Tras la reunión de cuatro horas a puertas cerradas, el canciller de Colombia, Jaime Bermúdez, aseguró que Venezuela no permitió un consenso sobre un mecanismo de cooperación que impida la presencia de los rebeldes en otros países.

«Lamento que no se hubiera llegado a un consenso definitivo», dijo Bermúdez. Durante la sesión «llegamos todos los cancilleres a un texto preliminar que incluía distintos aspectos» como el «definir mecanismos eficaces en la cooperación para impedir que grupos criminales y terroristas, en este caso las FARC y el ELN, estén en cualquier país de la región», agregó.

Sin embargo, «cuando se había logrado ese texto preliminar, nosotros, Colombia, y todos los cancilleres estábamos de acuerdo, (pero) a última hora Venezuela decidió que no aceptaba este texto y pidió que fuera un texto no oficial», señaló.

Por su parte, el canciller venezolano, Nicolás Maduro, dijo que su país «ha chequeado» los datos entregados por Colombia y dará a conocer un informe próximamente.

«Los datos que ellos dieron nuestro gobierno los ha chequeado y en su momento debido, profesionalmente, se mostrarán los resultados», incluidos videos, indicó Maduro, quien sin embargo tildó esa información de «show».

«Cualquier grupo que sea detectado, o nuestra Fuerza Armada tope con ellos, será combatido», agregó el Canciller, ratificando la «disposición de combatir a todos los irregulares» que traspasen la frontera «por el desbordamiento del conflicto colombiano».

La presidencia pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en manos de Ecuador, planteó convocar a una cumbre de mandatarios del bloque para tratar la ruptura diplomática. Maduro también dijo que en la cita de este jueves propuso «crear una mesa de paz» en la Unasur.

«Ojalá se abra una chance a la paz de Colombia desde Sudamérica y pasen estos vientos malignos de un gobierno que ha optado por despedirse con la agresión y la mentira», afirmó, aludiendo al presidente colombiano, Álvaro Uribe, que termina su mandato el 7 de agosto. Colombia había rechazado de antemano esa propuesta.

Por su parte, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, sostuvo que las diferencias tampoco permitieron acordar un esquema de «verificación» en torno a las denuncias colombianas. «Invitamos a los jefes de Estado a que puedan reunirse para que ellos en forma directa aborden y traten los temas que en esta reunión hemos desarrollado», indicó.

Precedente de la cita en Quito

Denuncia
Los cancilleres de Colombia y Venezuela hablaron en medio del impasse por la denuncia sobre la presencia de unos 1.500 guerrilleros izquierdistas en territorio venezolano.

Ruptura
La acusación de Colombia provocó la ruptura de relaciones.