La emblemática plaza Italia se convirtió el viernes en el corazón de las demandas sociales en Santiago. Amas de casa, pensionados, jóvenes, trabajadores y familias enteras hicieron vibrar a Chile con la mayor marcha que el país haya atestiguado en décadas.

A una semana del estallido social en el país detonado por un aumento del precio del metro que se trasladó a otras demandas, los chilenos acudieron masivamente desde todos los puntos de la ciudad para unirse en una voz.

"Hay gente de todo tipo (…) todos unidos en la misma causa", dijo a la AFP Betzabé Segovia, de 28 años, trabajadora de un centro de atención al cliente, que caminaba entre la multitud con una amiga hacia plaza Italia, donde desde muy temprano no cabía ni un alfiler.

Esta mujer dice que la explosión social que ha vivido Chile en los últimos días ha logrado "generar que el gobierno se preocupe, que vea que no es tan simple y que hay una preocupación de fondo".

En una gran bandera que ocupaba el ancho de la avenida Alameda se podía leer: "Miren como nos hablan del Paraíso, cuando nos llueven balas y granizos", una estrofa de la canción "¿Qué dirá el Santo Padre?", de la fallecida cantautora chilena Violeta Parra.

"La mano en el corazón"

Más adelante un grupo de estudiantes aplaudían cantando la consiga que en estos días ha dominado en las protestas en Santiago: "Oh, oh, oh Chile despertó, Chile despertó".

El ambiente festivo que se vivió la tarde del viernes distaba mucho del clima de zozobra que reinó hace una semana, cuando violentos ataques dejaron graves daños al metro y se registraron saqueos en supermercados y comercios.

El resultado primario de todo lo que pasó en estos días "es que ya jamás vamos a soportar abusos, nunca más", dijo de su lado Carlos Lazo, un jubilado de 77 años. "La gente esta dispuesta a hacer el sacrificio, si hay que pararse una semana, un mes, lo vamos a hacer, no importa lo que nos cueste", agregó.

Los vendedores ambulantes se mezclaron entre la gente para ofrecer silbatos, banderas, todo tipo de antojos y pancartas con la leyendas como la de "Renuncia #Piñera".

A su paso por el palacio presidencial de La Moneda, muchos de los que marcharon hacia plaza Italia, expresaron su descontento con el presidente coreando consigna repetida esta semana de "Piñera escucha, andate a la chucha (vete al diablo)".

"Yo lo único que le pido al presidente es que se ponga la mano en el corazón y vea toda la necesidad de trabajo y aumento de sueldos", dijo Gladis Carreño con una pancarta en la que pedía ayuda de medicamentos para su esposo enfermo.

Soluciones parche

Más adelante, frente a la biblioteca central, los manifestantes escucharon a 100 guitarristas que se juntaron ahí para tocar y cantar la canción "El derecho de vivir", de Víctor Jara, músico asesinado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).

Desde un departamento en lo alto de un edificio un grupo de jóvenes lanzaba aviones de papel, mientras otros trepaban a los techos de las estaciones de autobuses para ver pasar una masiva e inédita manifestación sin liderazgo identificado.

En las primeras horas, la marcha estuvo libre de la presencia de efectivos del ejército que se mantuvieron alejados de la concentración.

Sin embargo, entrada la tarde se registraron algunos incidentes frente al palacio de La Moneda y sus alrededores, cuando grupos reducidos de manifestantes lanzaron piedras a los uniformados.

"Lo primero que (Piñera) tiene que hacer es sacar a los militares de la calle y cambiar el gabinete", dijo Carmen Rojas, una ama de casa de 40 años.

Rojas dice que asistió a esta marcha porque que las medidas sociales que el presidente ofreció esta semana para tratar de contener el descontento son sólo "soluciones parche que no resuelven el problema de fondo, que tiene que ver directamente con la desigualdad que vive toda la gente en Chile". (25/10/2019)