Uniformados brasileños controlan Mangueira
El barrio de Río de Janeiro está cerca al estadio Maracaná

Cientos de policías y militares fuertemente armados, apoyados por helicópteros, tomaron ayer el control de la favela de Mangueira en Río de Janeiro, cerca del mítico estadio de Maracaná, donde tendrá lugar la final del Mundial de fútbol 2014, sin que se produjeran enfrentamientos, constataron periodistas de la AFP.
Unos 750 efectivos, entre ellos más de un centenar de fusileros navales y 160 policías del temido Batallón de Operaciones Especiales (Bope) de la Policía Militar participaron de esta operación anunciada y destinada a pacificar esta favela de la zona norte de Río, informó a la AFP un vocero de la fuerza de choque policial.
Famosa por ser cuna de la escuela de samba Estaçao primeira de Mangueira, la más popular del carnaval carioca, la favela, un barrio pobre enclavado en un cerro como tantos otros al norte de la ciudad, estaba bajo el control de narcos. La operación comenzó poco después de las 06.00.
Al alba, los primeros vehículos blindados de transporte de tropas se lanzaron a las calles escarpadas de la favela, mientras helicópteros de la Fuerza Aérea sobrevolaban.
«¡Nos despertamos a las seis de la mañana por los helicópteros! Todo estaba tranquilo. Mejor podrían gastar el dinero en mejorar los hospitales», protesta Bete, de 33 años, una habitante del lugar, ayudante de cocina y madre de cinco hijos. Donatan, su sobrino de siete años, tuvo miedo: «Cuando escuché ese ruido, me temblaban las piernas», manifestó.