El Gobierno uruguayo confirmó su intención de ralentizar la tramitación en el Congreso de la iniciativa para legalizar la compra-venta de marihuana, mientras se educa a la población sobre sus objetivos y se cuente con el apoyo popular del que ahora carece la medida.

Así, el Ejecutivo mantiene su idea de legalizar y hacer del Estado el único gestor de la marihuana, sólo que se buscará no votar el proyecto de ley de forma inmediata, tal y como se pretendía en un principio por el oficialismo, hasta “educar a la gente” y lograr un apoyo social que vaya más allá de las mayorías parlamentarias de las que ahora goza el Gobierno.

La propuesta “no fue retirada y sigue arriba de la mesa, frenar no quiere decir retirar”; lo que pidió el Presidente (José Mujica) fue que “no se vote ahora”, explicó ayer el secretario general de la Junta Nacional de Drogas, Julio Calzada.

El Jefe de Estado uruguayo “transmitió la necesidad” de “explicar bien” la iniciativa con el objetivo de “convencer a la gente” y tener así un respaldo “amplio”. Calzada se refirió así a las palabras del Mandatario, quien el martes reconoció haber pedido a sus legisladores “frenar” y “llevar suave” el proyecto de legalización.

Mujica volvió ayer a referirse al tema y señaló que su única intención es que “el pueblo razone” sobre cuál es la mejor forma de combatir el narcotráfico. Poco antes de que la autoridad revelara su pedido, una encuesta de la empresa CIFRA reveló que el 64% de los uruguayos está en contra del proyecto, incluyendo el 53% de los votantes que apoyan al Gobierno.

El proyecto de ley a estudio del Congreso autoriza al Estado a asumir “el control” total de la cadena de producción, distribución, comercialización y exportación “de cannabis o sus derivados”.