Casi 19 millones de venezolanos están llamados a las urnas este domingo para elegir entre la reelección del presidente Hugo Chávez para el período 2013-2019, o cambiar el rumbo con el joven candidato opositor Henrique Capriles Radonski.

Con más del 99% de las mesas de votación instaladas durante la jornada del viernes y sin incidentes de consideración, el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha anunciado que todo está listo para que los venezolanos ejerzan su derecho en los 13.800 colegios habilitados en todo el país.

Chávez, de 58 años y desde 1999 en el poder, llega a los comicios a la cabeza de la mayoría de las encuestas, aunque Capriles, de 40 años y ex gobernador del populoso estado Miranda (norte), ha recortado la brecha que le separaba del mandatario, según encuestas publicadas hasta la semana pasada, cuando entró en vigencia una prohibición de hacer públicos los sondeos.

Los centros de votación estarán abiertos desde las 06H00 locales (10H30 GMT) hasta las 18H00 locales (22H30 GMT), aunque en caso de que haya votantes en las colas seguirán funcionando hasta que el último elector ejerza su derecho.

Sin embargo, tanto el CNE como los candidatos han llamado a los votantes a acudir desde temprano a las urnas para no retrasar los resultados.

«La primera mesa que abra el domingo (…) sus miembros van a recibir una computadora de regalo por parte del CNE», dijo el viernes uno de los rectores del organismo electoral, Vicente Díaz, anunciando una iniciativa para que el proceso comience lo más temprano posible.

«Que no estemos esperando hasta la medianoche (para conocer el resultado electoral)», pidió por su parte Chávez el jueves, al solicitar a sus seguidores que voten pronto el domingo para «consolidar el triunfo temprano».

El presidente, al frente del país con las mayores reservas de crudo mundiales que le sirven para financiar programas sociales para las clases populares, su sustento político, ha prometido en caso de victoria profundizar su «revolución socialista».

Capriles, por su parte, ofrece un modelo basado en el brasileño, que concilie a los sectores público y privado, y acabar con la forma personalista de gobernar de Chávez, que concentra un gran poder en sus manos y ejerce un control absoluto sobre los medios de comunicación estatales.

La campaña electoral cerró el jueves a la medianoche y, desde entonces, está prohibido hacer propaganda por una u otra opción, aunque las redes sociales no están reguladas.

Vía Twitter, Capriles llamó este sábado a la participación: «Muy buenos días a todos,1 día para abrir la puerta del futuro! Vamos,miles y miles», escribió.

Los venezolanos votarán con un sistema 100% automatizado, en el que elegirán a su candidato en una boleta electrónica y confirmarán su opción en una computadora, que inmediatamente emitirá un comprobante físico que será guardado en una urna para su posterior auditoría.

Los resultados, sin embargo, no serán dados a conocer por el CNE hasta que la «tendencia sea irreversible» y esté claro quién es el ganador.

Expertos del estadounidense Centro Carter descartaron que pueda haber fraude y aseguraron en un informe emitido el viernes que «el software de las máquinas de votación garantiza el secreto del voto».

Mientras que Carlos Alvarez, jefe de la misión de acompañamiento electoral de Unasur, que se estrena en este cometido, aseguró el jueves a la AFP que está garantizada la «transparencia» de los comicios.

Álvarez es jefe de una misión de 39 técnicos de países miembro de la Unasur, que se suman a otros 200 acompañantes internacionales, aunque su función se limita a hacer recomendaciones generales sobre el proceso. Más de 3.000 observadores nacionales presenciarán también las votaciones.

También de Brasil viaja a Venezuela una misión de acompañantes encabezada por el principal asesor diplomático de la presidenta Dilma Rousseff, Marco Aurelio Garcia, mientras que de Uruguay viene la senadora Lucía Topolanski, esposa del mandatario José Mujica.

Aparte de Capriles y Chávez, los únicos con posibilidades reales de ganar los comicios, hay otros cuatro candidatos inscritos: los sindicalistas Orlando Chirinos y Reina Sequera, el ingeniero Luis Reyes y la panadera María Bolívar.

Unos 139.000 militares serán los encargados de garantizar la seguridad, a la vez que cumplirán labores logísticas como el resguardo de los comprobantes de votación una vez cerradas las mesas.

El porte de armas fue suspendido desde el viernes en la tarde hasta el lunes -salvo para los funcionarios en servicio-, al igual que la venta de bebidas alcohólicas, mientras que las policías fueron acuarteladas y permanecen a la orden del ejército.

«La #FANB (Fuerza Armada) y demás órganos del Estado estamos articulados para repeler cualquier factor de violencia el 7-Octubre», garantizó el ministro de Defensa, Henry Rangel Silva, por Twitter, añadiendo que desde la tarde de este sábado hasta el lunes «se prohibirán reuniones públicas que puedan afectar el proceso electoral».