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Venezuela: votos por Maduro, no son cheques en blanco

En los barrios populares de Caracas, aun choqueados por la muerte de Hugo Chávez, muchos venezolanos admiten que votarán por compromiso por su delfín Nicolás Maduro, aunque advierten que esto no significa extenderle un cheque en blanco.

«Voy a votar domingo por Maduro pero pensando en Chávez. Pero a el no lo acepto. No es lo mismo. Es como si alguien me dice: toma, esta es tu novia», dice Richard Avello, un soldador de 30 años, que acaba de escribir un mensaje en homenaje al Comandante, sobre una larga banderola desplegada en el centro de Caracas.

«Vamos a ver como se comporta, pero si no cumple, lo revocamos», enfatiza este hombre pequeño y robusto que habría preferido tener como candidato presidencial a un «hombre nuevo» y no al exministro de Chávez. La constitución venezolana no permite convocar antes de tres años un referendo para revocar al presidente y para convocarlo es necesario conseguir el apoyo de al menos 20% de los electores.

Responsable de una de las misiones bolivarianas, los programas sociales financiados con el dinero del petróleo, Denys Peña, de 40 años, advierte: «Mi madre me pregunto si teníamos que votar por Maduro. No hay otra opción, la oposición quiere acabar con las misiones. Pero ojo, es mejor que Maduro siga con ellas, o no nos va a gustar y somos muchos».

En Petare, un barrio obrero sobre las montañas de Caracas, un camión circula por las agrietadas calles recordando a los votantes su deber.

«Chavez, lo juro, mi  voto es para Maduro» pregona un altoparlante que luego difunde la declaración del fallecido presidente, meses antes de su muerte el 5 de marzo, llamando a elegir a su fiel colaborador en caso de que muriera.

En su caótico kiosko, invadido de calzado, Luis Antelis un zapatero de 57 años jura que votará «por Maduro porque Chávez nos los pidió. Pero todavía no tiene su carisma, tiene que ensayar mas».

Sin embargo, algunos «chavistas» se atreven a decir que desobedecerán la consigna oficial. Sentado detrás del mostrador de su tienda de comestibles, Gustavo Arbelo, de 55 años, que dice haber votado en el pasado por Chávez, no duda al afirmar delante de sus clientes que el próximo domingo votará de forma diferente, a favor de Henrique Capriles, el joven jefe de la oposición.

«No tengo confianza en Maduro, el va a desviar la revolución de Chávez, radicalizarla, para que aprovechen sus partidarios», señala al tiempo que cuestiona que los recursos de las «misiones» se destinen para los partidarios visibles del gobierno.

«Si queremos otros resultados, mejor votar por un hombre nuevo», agrega deplorando los flagelos de la inseguridad y la escasez en las vaciadas estanterías de su tienda.

El comerciante que admite que la oratoria de Chávez lo seducía y que pasó horas delante de la televisión siguiendo «Aló Presidente», el extenso programa dominical con el presidente. Por el contrario, los discursos de Maduro, no logran emocionarlo. «Chávez conectaba con la gente, este tipo (Maduro) no».

En la misma tienda, Hilda Coronado, de 62 años, que siempre votó por el Comandante, dice que esta vez prefiere abstenerse marcando distancia con quienes le rodeaban.
«Chávez hizo muchas cosas buenas. Alrededor de él le trancaron todo. Hoy son ellos los que están mandando. No tengo ganas de votar por nadie», asegura.

Para el sociólogo Ignacio Avalos, director del Observatorio Electoral Venezolano, la orden de votar por Maduro que hizo «Chávez va tener un efecto claro sobre los chavistas duros. Los chavistas ‘light’ van a tener dudas, y aun mas con el discurso mas radical que tiene ahora Capriles», señala a la AFP, previendo también una fuerte abstención.

Una cosa es segura, agrega, «a Maduro el cheque en blanco no le va a durar mas que dos días porque no es Chávez».