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Yoshihide Suga, un nuevo primer ministro japonés símbolo de continuidad

Yoshihide Suga, electo este miércoles por el parlamento como nuevo primer ministro de Japón, es un hijo de agricultor considerado impenetrable pero encarna la experiencia, el pragmatismo y la continuidad política para suceder a Shinzo Abe, de quien era un fiel lugarteniente.

Desde el anuncio a fines de agosto de la renuncia de Abe por razones de salud, la mayoría de las principales facciones del Partido Liberal Demócrata (PLD) se volcaron por Suga, un veterano político de 71 años.

Suga contaba con el perfil ideal para lograr consenso en su partido: «Ha sido siempre una suerte de solitario silencioso dentro del PLD, capaz de llevarse bien con casi todo el mundo, sin demostrar una ambición personal o convicciones políticas fuertes», según Yongwook Ryu, profesor auxiliar de la Lee Kuan Yew School of Public Policy de Singapur experto en Asia del Este.

Suga sirvió y asesoró fielmente a Abe durante años. En particular tuvo un papel decisivo en su regreso al poder en 2012, tras el fracaso de su primer mandato como primer ministro en 2006-2007.  

Abe lo recompensó nombrándole secretario general del gobierno, un puesto estratégico.   Suga asumió el papel de coordinador de políticas entre los ministerios y las numerosas agencias estatales y se ganó una reputación de buen estratega.

(16/09/2020)