Uno de los rubros donde existe gran cantidad de residentes peruanos es la conversión de volantes de vehículos importados de la Zona Franca Industrial.
Según el presidente de los trabajadores residentes en la Zona Franca, Porfirio Vargas, los incaicos incursionaron con mano de obra calificada para hacer la conversión de volantes en vehículos importados en 1995. «En un principio hemos trabajado aquí en El Alto, pero también hemos ido capacitando personal para que nos reemplace, ya que fuimos a Paraguay, República Dominicana, Santo Domingo e Iquique (Chile)».
Vargas explicó que para el 2005 el 80 por ciento de los trabajadores dedicados a este rubro eran de nacionalidad peruana y el restante 20 por ciento bolivianos, pero éstos eran sólo ayudantes.
Hasta el 2010 había 150 peruanos dedicados a la conversión de motorizados en la Zona Franca, pero debido a las disposiciones legales que restringieron el ingreso de motorizados, bajó la venta y por lo tanto el trabajo. De manera que ahora sólo hay 80 obreros del vecino país que se desempeñan como conversores. «Esto obligó a algunos a migrar hacia otros países».
Paralelamente, hay otros grupos de residentes peruanos que, junto a sus familias, se dedican a la venta de automóviles y al comercio de repuestos.