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Sospechosas marcas de China

La piscina del Centro Acuático de Stratford sigue bullendo a cada incursión de la inefable Ye Shiwen y el público se pregunta si todo lo que hace esta niña china es auténticamente maravilloso o es, como los bolsos de Louis Vuitton que venden en los mercados subterráneos de Shanghái, una copia excelente de un original pirateado.

La nadadora de 16 años no se mete al agua si no es para romper, o para amenazar con romper, límites que parecían inaccesibles al género femenino. El sábado nadó los últimos 100 metros de la final de 400 estilos a la misma velocidad que Johnny, Tarzán, Weissmuller cuando batió el récord mundial de los 100 libre en los Juegos de 1928. Esta mañana, en las preliminares de los 200 estilos, solo ella, de entre las 26 participantes, bajó de 2 minutos 10 segundos. Tocó la pared en 2m08,90s y salió de la piscina como quien sale del jacuzzi después de hacer el mejor tiempo de la historia con bañador textil. La relajación de la china contrastó con el rumor que se extendió con fuerza en las inmediaciones de la piscina, en donde nadadores y entrenadores de las potencias tradicionales aseguran que las marcas de Ye Shiwen invitan a sospechar.

El presidente de la Asociación Mundial de Entrenadores de Natación, el estadounidense John Leonard, declaró que el récord mundial de Ye Shiwen en los 400 estilos le pareció “inquietante”. Añadió que le trajo a la mente “memorias desagradables” y se refirió al récord de la irlandesa Michelle Smith en los Juegos de 1996, en el mismo evento. En 1998, Smith fue suspendida tras dar positivo por nandrosterona. “Yo no hablo de dopaje”, aclaró Smith, “pero la historia de nuestro deporte nos previene que siempre que se han producido resultados increíbles, a la larga se ha sabido que había relación con el dopaje”.

Hace seis semanas, una nadadora china llamada Li Zhesi, de 16 años, perteneciente al grupo en el que entrena Ye, dio positivo por EPO. La agencia China antidopaje, la Chinada, informó que Li dio positivo después de que le hicieran un control por sorpresa en marzo. Según el portal especializado Swimnews Online, la federación internacional (FINA) no ha sancionado a Li, que habría venido a los Juegos de no haber sido por su positivo.

Las suspicacias en torno a la natación china son moneda corriente en el mundo de la natación desde los Mundiales de Perth de 1998. En aquella reunión se destapó el escándalo cuando Yuan Yuan, una joven bracista, fue sorprendida con 13 cápsulas de esteroides en el bolso. Se sucedieron más de 40 positivos en el equipo chino y la FINA suspendió a algunos entrenadores de por vida. La operación de Perth acabó con un lustro de marcas descomunales en la natación china y destapó indicios de dopaje institucionalizado. Desde entonces, los aficionados no pueden dejar de observar con cierta incredulidad los sucesos de la natación en línea de la mayor potencia de Asia.

“Estoy muy satisfecha y sorprendida por el resultado”, dijo Ye Shiwen, que se muestra tranquila, más que feliz. Cuando ocurrió el escándalo de Perth ella tenía dos años. Quizá por eso, cuando le preguntaron si el equipo chino se ajusta a las normas éticas y jurídicas, respondió con una convicción nítida. “El equipo de China siempre ha tenido una política firme respecto al dopaje”.