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La Liga y su seriedad

La Liga cumplió 35 años el jueves pasado y —con ese motivo— hace una semana su presidente, Mauricio Méndez, hacía gala de los avances que dio en los últimos tiempos la entidad que aglutina al fútbol profesional boliviano.

“La Liga es más seria” aseguraba el dirigente, seriedad que quedó en entredicho desde el miércoles, día en que Aurora vulneró —por segunda vez— el artículo 125 del Reglamento del Estatuto de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) haciendo actuar en el partido contra Oriente sólo a seis jugadores bolivianos de origen cuando la norma exige siete o, visto de otra manera, haciendo jugar a cinco extranjeros y/o naturalizados, siendo que lo máximo admitido son cuatro.

Hubo un silencio sepulcral pensando que nadie se daría cuenta de la falta, y cuando ésta salió a luz todos miraron para otro lado: Oriente al negarse a impugnar; y la propia  Liga, su Comité Ejecutivo y su Comité Técnico. Todas esas instancias decidieron pisotear el Reglamento General de Campeonato (RGC) y en particular el artículo 35 (vaya casualidad, en los 35 años de la entidad).

Ese artículo reza: “Si acaso el club rival no impugnara una vulneración al art. 125 del Reglamento del Estatuto de la FBF, dentro del término establecido, ésta será denunciada de oficio ante el Tribunal de Justicia Deportiva por el Comité Ejecutivo y su Comisión Técnica, dentro de las 24 horas siguientes al plazo establecido para los clubes, para que aplique las sanciones que correspondan. Además de sancionar al club que no impugne estos hechos, con el monto establecido para la impugnación”.

Todos hicieron caso omiso y decidieron dejar que el caso quede en el olvido.
Con qué cara la Liga va a exigir que se cumpla el artículo 34 del mismo RGC, que manifiesta: “Ningún director técnico, podrá dirigir a más de un equipo en un mismo campeonato”.

“Está vigente, mi hermano”, respondió Méndez ayer vía mensaje cuando se le consultó sobre esa norma que prohíbe a los clubes contratar a un entrenador que en un mismo certamen ya dirigió a otro equipo.

No es seria una entidad que no tiene la capacidad de hacer cumplir un reglamento aprobado por todos sus miembros, y que a la hora de la verdad decide borrar con el codo lo que escribió con la mano.