En el fútbol boliviano hay tres casos actuales, en los que padre e hijo comparten una misma plantilla: el papá es el director técnico y el hijo, uno de sus jugadores.
En Aurora, Julio César Baldivieso dirige a su hijo Mauricio, a quien hizo debutar cuando éste estaba por cumplir 13 años. Fue uno de los casos más ‘sonados’ en su momento, incluso a nivel internacional.
En San José ocurre lo propio: dirige Marcos Rodolfo Ferrufino y su hijo Douglas ya debutó en el plantel Santo al mando de su padre.
Y el tercer caso se da en filas de Petrolero, de Yacuiba: Mario Rolando Ortega está en la dirección técnica y cuenta con su hijo Marcel.
En el pasado hubo otros papás que dirigieron a sus hijos, entre ellos los Galarza, Luis Esteban y sus retoños Sergio y Luis.
El suplemento Señor Fútbol de La Razón contempla este tema ampliado en su edición de mañana viernes.