Dos megaeventos por carreteras de Bolivia
Inédito Las rutas de Bolivia acogerán, entre el 2 y 11 de noviembre, a la Vuelta a Bolivia de Ciclismo y al Gran Premio Nacional de Automovilismo.
En noviembre, Bolivia experimentará el desarrollo de dos megaeventos deportivos a la vez: la Vuelta a Bolivia de Ciclismo y el Gran Premio Nacional de Automovilismo y Motociclismo. Ambos comenzarán el viernes 2, uno terminará el 11 y el otro, un día antes.
La carrera ciclística es internacional y desde hace meses fue programada para estas fechas. Los autos y las motos, en cambio, tenían que correr antes, hubo postergaciones, pero no el cuidado para evitar cruzarse con otro evento deportivo de magnitud.
Más allá del cruce, se prevé que haya una gran fiesta del deporte, con decenas de ciclistas, nacionales y extranjeros; y de pilotos, junto con verdaderos ejércitos de hombres y mujeres para el apoyo logístico, inundando las rutas del país y recorriendo por poblaciones rurales y urbanas de gran parte del territorio nacional.
Aunque se disputarán a la vez, en ningún caso coincidirán en algún sitio de Bolivia. Mientras los 84 ciclistas inscritos saldrán desde San Javier, en el departamento de Santa Cruz, a 400 metros de altura rumbo a La Paz; los autos y las motos partirán de la sede de gobierno y su meta final será la cálida Trinidad.
Los directores de las pruebas, comisarios, cronometristas, equipos logísticos, policías, militares, médicos, deportistas, medios de prensa y otros movilizarán a un importante grupo de más de 2.000 personas cada día de ambas pruebas.
La quinta versión de la Vuelta a Bolivia recorrerá 1.493 kilómetros, divididos en diez etapas y pasando por cuatro departamentos. El Gran Premio, por su parte, tendrá 2.839 kilómetros divididos en siete etapas, por ocho departamentos, excepto Pando.
El periodista Heriberto Aramayo, especialista en automovilismo, dice que “será una semana inolvidable, porque estarán en carretera los mejores pilotos, motociclistas y ciclistas del país”.
“Antes se decía que hacer automovilismo era hacer patria, porque eso ayudaba a que las carreteras sean mejoradas e incluso se abrían algunas a poblados que ni aparecían en el mapa. Ahora, con el ciclismo es casi igual. Es una misión unir al país”.
El presidente de la Asociación Paceña de Ciclismo, Alberto Rivera, considera que ambos eventos serán atractivos y que se producirá una gran fiesta nacional. “Lo hermoso de nuestro país es eso, la variedad del territorio, a diferencia de otros que es monótono, y la posibilidad de hacer dos carreras diferentes. En el caso del ciclismo hay muchos deportistas extranjeros atraídos por la diversidad geográfica”.
El veterano ciclista Rubén Martínez elogia la decisión del grupo Fides de habilitar cuatro etapas en Santa Cruz, dando más opción a los velocistas para ser protagonistas y luchar por el título hasta el final, porque antes la prueba favorecía más a los escaladores, que casi con seguridad se alzaban con la victoria con anticipación.
En autos y motos, Armin Fránulic, presidente de la Febad, afirma que esta versión del Gran Premio tendrá un mayor porcentaje de carretera asfaltada y menor ripio y tierra, por tanto el poder de las máquinas será puesto a prueba, más que la habilidad para el manejo.
Con relación a los premios, en la Vuelta a Bolivia se entregarán $us 60 mil, además de otros $us 9.000 en otros rubros. Toda la organización supera los $us 100 mil. El ganador de la clasificación general obtendrá $us 6.000, el segundo $us 5.000 y el tercero $us 3.500.
El Gran Premio de Automovilismo y Motociclismo tiene un presupuesto de $us 93 mil, de los cuales $us 37 mil están destinados a los premios para los que se ubiquen en los primeros puestos. El grueso del dinero cubrirá la logística de la competencia.
Al vencedor en motociclismo, Nosiglia Sports le regalará una moto, mientras que el automovilismo gestiona un premio parecido.
¿De dónde salen los recursos?
La Vuelta a Bolivia de Ciclismo se da gracias a una iniciativa privada, la del Grupo Fides. Éste se da modos, a través de los auspiciadores (empresas tanto privadas como públicas), para cubrir la totalidad de los gastos, que incluye el traslado de los siete equipos extranjeros, además de la estadía (alojamiento, alimentación, etcétera) de todos los participantes, incluidos los bolivianos.
Hace unos días, en el programa El café de la mañana, el director de Fides, el padre Eduardo Pérez Iribarne, dijo que con suerte este año se evitará la quiebra en la carrera, es decir que los ingresos a duras penas permitirán cubrir los gastos.
En el caso del automovilismo y motociclismo, el Gran Premio Nacional —que lleva el nombre del presidente Evo Morales Ayma— cuenta con un fuerte respaldo gubernamental, aparte de aportes de la empresa privada.
“Es una gran cosa que las autoridades nacionales apoyen a la organización de una prueba como la de autos y motos, sin embargo también llamó la atención para que nuestras autoridades se fijen en el ciclismo y lo apoyen, porque hasta ahora se trata de una iniciativa privada”, aseveró Alberto Rivera, expresidente de la Federación de Ciclismo.