El pronóstico indica 42 grados centígrados de temperatura en Villamontes a eso de las tres de la tarde del domingo. Media hora después comenzará a rodar el balón en el estadio Defensores, donde se medirán Petrolero y Bolívar.
Será una especie de “infierno verde” que por la época de calor esa región se convertirá en otro duro rival para la Academia. En ninguna otra parte del país se juega fútbol profesional a tan elevada temperatura. Ya le pasó hace unos días a Real Potosí, que jugó cuando el termómetro marcaba 43 grados centígrados. A pesar de ello logró un empate sin goles.
“No hay problema por la temperatura, pero el horario no es el adecuado porque jugamos a más de 40 grados centígrados, lo que me dejó una sensación de inseguridad. Además, me dio una idea de que el estadio no reúne las condiciones para jugar fútbol a nivel profesional”, según el entrenador de Real Potosí, Oscar Sanz.
Para afrontar ese partido, el lila tomó algunos recaudos. Viajó un día antes primero a Yacuiba, contrató un hotel con aire acondicionado y un bus con el mismo sistema para trasladarse al día siguiente a Villamontes. La delegación llegó sólo una hora antes del partido para que los jugadores no sufrieran mucho por el calor.
Tres días antes hubo una hidratación especial, además el plantel se entrenó en la Villa Imperial, en un horario (desde las 11.30) con más calor. No era lo mismo, pero de algo iba a servir.
Bolívar llevará en su equipaje unos ventiladores recién adquiridos para dar aire a los jugadores en el vestuario. El estadio no cuenta con ese sistema.
El cuerpo médico celeste tomó sus previsiones desde hace tiempo a partir de un control de electrolitos de cada jugador, lo que permite saber qué tipo de líquidos deben consumir, de manera que en la parte de hidratación no habrá ningún inconveniente. Aparte, también ha cuidado el régimen alimenticio, con un menor consumo de sodio y sal en las comidas, evitando la retención de líquidos.
El técnico de Petrolero, Mario Rolando Ortega, admitió que el clima “sin duda alguna influye bastante, pero aquello es para los dos planteles. Tal vez se piense que nosotros tenemos una leve ventaja, puede ser porque nos entrenamos siempre a la hora de los partidos y estamos más habituados, pero nada más”.
En lo futbolístico “es complicado jugar en un terreno que resulta pequeño, pero de a poco el equipo va encontrando su ritmo de juego. Seguramente los que nos visitan toman sus previsiones, lo mismo hacemos nosotros para que el calor no tenga mayor incidencia. Pero esto es fútbol y el que haga mejor las cosas logrará un resultado favorable”.
Delegación celeste viaja hoy
En La Paz
Bolívar viajará esta noche a Santa Cruz. En la capital oriental entrenará mañana a partir de las 10.00, en la cancha de Blooming. Por la tarde (15.00), vía terrestre, proseguirá el viaje rumbo a Villamontes. La delegación estará en esa ciudad casi con 24 horas de anticipación.
La vuelta
Después del partido contra el equipo de Petrolero, que se jugará el domingo desde las 15.30, la delegación cenará y otra vez por tierra retornará a Santa Cruz. El lunes por la mañana trabajará en esa capital y por la tarde tomará el avión rumbo a La Paz.
En La Paz
El primer plantel reanudó sus prácticas ayer. Para hoy está previsto el último entrenamiento de la semana en Tembladerani. Se prevé que en esa sesión el técnico Miguel Ángel Portugal defina el equipo que jugará en Villamontes. Para los celestes ese partido será la revancha del que perdieron en la ida.
La opinión de:
Oscar Sanz: ‘El estadio no reúne las condiciones’
“El calor es sofocante, se sintió de principio a fin, pese a que por momentos hubo viento. Sin embargo, también eso levantaba tierra en el propio campo. Es que el problema no es tanto el calor, sino el hecho de que el estadio no reúne las condiciones para practicar fútbol a nivel profesional. Incluso al final del encuentro no hubo ni agua en las duchas para que los jugadores se bañen”.
Mario Ortega: ‘Quizás estamos más habituados’
“Jugar con una alta temperatura es complicado, además hacerlo en un terreno que resulta pequeño. Seguramente los que nos visitan toman sus previsiones, lo mismo hacemos nosotros para que el calor no tenga mayor incidencia. Quizás nosotros estamos más habituados. En todo caso esto es fútbol y el que haga mejor las cosas logrará un resultado favorable”.
Campos queda fuera por amarillas
Bolívar acusa dos bajas para visitar el domingo a Petrolero: no viajarán Jhasmani Campos, debido a que acumuló cinco tarjetas amarillas ni el expulsado Damir Miranda. Sin embargo ya están habilitados para jugar el capitán Wálter Flores y el zaguero argentino Tobías Albarracín, después de haber cumplido tres y dos partidos de suspensión, respectivamente, por tarjeta roja.
La Academia volvió a los entrenamientos ayer, tras la derrota sufrida el miércoles a manos de San José en Oruro. Todavía había caras de molestia y contrariedad por la caída y también por la actuación del árbitro Óscar Maldonado, a quien algunos celestes culparon por la derrota.
Intentando dar vuelta la página, el grupo se puso a trabajar de cara al partido contra Petrolero. Flores entrará por Miranda y Lizio en vez de Campos. Sin embargo, es posible que también haya otras variantes. El técnico está analizando la posibilidad de mantener a Ronald Eguino en la zaga y sacar a Gabriel Valverde para dar cabida a Albarracín.
Según el zaguero argentino, aún quedan 27 puntos por disputar, de manera que la chance para que Bolívar pelee por el título se mantiene. “Pero debemos sumar y sumar, por ejemplo hay que ganar el domingo como visitantes. Además, de locales no debemos perder nada. En casa nos va a tocar jugar con San José (el líder) y frente a The Strongest (el segundo), ahí van a estar en juego seis puntos claves”.