El nivel en la Copa
La primera semana de la segunda fase de la Copa ha dejado una sensación que confirma las presunciones: el fútbol boliviano debe mejorar mucho para siquiera equipararse con el nivel que se practica en los demás países sudamericanos, afirmación que ratifica lo difícil que hace años es para los equipos nacionales pasar esta ronda.
A The Strongest le costó sobremanera ganar en La Paz a un Arsenal limitado. Por decirlo de esta manera, fue el partido más fácil de los tres que debe jugar en La Paz, y sufrió demasiado. Y es que van a venir otros dos rivales, a cual más poderoso, y hay que meterse algo en la cabeza: el fútbol del otro día no va a alcanzar para ganarles a los brasileños, porque tanto el Sao Paulo como el Atlético Mineiro están en otra órbita.
Bolívar lo sintió en la primera fase: fue goleado por el Sao Paulo en Brasil y si bien aquí dio vuelta el marcador y derrotó al paulista con un apretado 4-3, sería iluso pensar que aquel segundo tiempo del visitante se repetirá cuando le toque volver al estadio Hernando Siles.
San José entrará en escena esta semana recibiendo a otro de Brasil, el Corinthtians, un campeón por donde se mire. Lo fue de la Libertadores pasada y también obtuvo el título mundial. Para los bolivianos, sacar un buen resultado sería algo así como histórico.
La Copa tiene entre sus 32 participantes a muchos equipos que alguna vez fueron campeones, talla que no les alcanza a algunos. Basta con recordar que cinco de ellos, Boca Juniors, Vélez Sarfield, Sao Paulo, Olimpia y Gremio perdieron en su debut. Y eso quiere decir que otros cuadros, considerados menores, tienen la capacidad como para protagonizar sorpresas en más de un caso.
Con esos ejemplos, ver a equipos bolivianos protagonizando un nivel destacado, de planteles de segunda línea como el Toluca, el Emelec, el Newell’s Old Boy o el Huachipato, por anotar a algunos, por ahora es presumir por encima de las posibilidades.
La ausencia de trabajo en divisiones inferiores parece una cantaleta eterna, como las diferencias, cada vez más amplias y verídicas, del nivel económico entre los clubes de aquí con los de afuera, que también pesa mucho, porque con monedas no se puede aspirar a más.
La realidad señala que los bolivianos coperos están llamados a poner todo su esfuerzo y más allá de soñar con una clasificación, lo que corresponde es hacer el mejor papel posible. Para eso sí alcanza.