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El fútbol alemán no logra romper un tabú

El fútbol, deporte número uno en Alemania, es uno de los pocos ámbitos del país donde pervive el tabú de la homosexualidad, pero las instituciones que lo gobiernan han emprendido una batalla contra la discriminación y para facilitar la posible salida del armario de un jugador.

A diferencia de los círculos económicos y políticos, la percepción en el mundo del deporte, especialmente en el fútbol, es que revelar la homosexualidad no es algo positivo.

Si en Alemania el alcalde de Berlín Klaus Wowereit o el ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, han dado el paso y han salido del armario, en el fútbol no hay un referente similar.

En septiembre de 2012 un jugador de la Bundesliga levantó gran expectación al revelar que era homosexual en la revista para jóvenes Fluter, pero solicitó conservar el anonimato para evitar posibles problemas en su carrera.

“No te preocupes”, señaló la canciller Angela Merkel, invitando a los deportistas homosexuales a que no se escondieran. La Federación Alemana de Fútbol (DFB) tiene más de 6,8 millones de licencias repartidas a los futbolistas.