Fanáticos de Corinthians encarcelados en Bolivia piden justicia
La agencia de noticias AFP los visitó en la presión donde se encuentran recluidos. "Estamos mal, esperamos justicia. Somos inocentes, somos inocentes" repetía el hincha Thiago Aurelio Do Santos, cubierto por los colores del club de sus amores, al que siguió hasta Bolivia, sin imaginar que podía terminar envuelto en un asesinato.
Presos en una lejana cárcel boliviana en Oruro (suroeste), a la que ingresó la AFP para entrevistarlos, fanáticos del Corinthians rechazan su involucramiento en el asesinato de un joven boliviano, piden justicia y aseguran que fueron detenidos solamente por ser brasileños.
«Estamos mal, esperamos justicia. Somos inocentes, somos inocentes» repetía el hincha Thiago Aurelio Do Santos, cubierto por los colores del club de sus amores, al que siguió hasta Bolivia, sin imaginar que podía terminar envuelto en un asesinato.
«Nos detuvieron por ser brasileños», agregó Tadeo Demacedo, otro de los detenidos.
La cárcel, a 3.700 metros sobre el nivel del mar, con un clima frío y seco, alberga a presos comunes que conviven con los 12 brasileños acusados por la muerte del joven boliviano Kevin Beltrán de 14 años, muerto por una bengala durante el partido el 20 de febrero entre San José y Corinthians por la Copa Libertadores.
La entrevista con los fanáticos se produjo en una antesala del penal a la que acudieron seis de los detenidos.
Dos policías vigilaban la reunión y siguieron con atención la entrevista de los hinchas que hablan en ‘portuñol’.
Thiago y Tadeo están junto a sus compañeros de infortunio: Reginaldo Coelho, Hugo Nonato, Marco Aurelio Nefeire y Fabio Domingos. Todos visten pantaloncillos cortos y sandalias de playa.
Tadeo Demacedo señala que hay un video que demuestra que ellos no son los que lanzaron autores de la bengala que mató en el acto al joven Kevin. También recordaron que un joven compatriota suyo, de 17 años, confesó en su país ser el autor.
«No se necesitan 12 personas para cometer este hecho, no son necesarias 12 personas para disparar, puede haber un autor y un cómplice», insistió.
Nonato cruzaba las manos como si estuviese realizando una plegaria. Estaba callado y parecía a punto de quebrarse en llanto.
Nefeire también intervino en la entrevista y dijo que «queremos volver a Brasil inocentes, no culpables … allá (en su país) están nuestros hijos, esposas, padres y primos».
La fiscal que investiga el caso adelantó que todavía hay un camino por recorrer para aclarar el crimen.
«Estamos en un proceso de investigación, la ley nos señala un tiempo de seis meses, pero estamos actuando con la mayor celeridad», explicó a la AFP, la fiscal Abigaíl Saba, quien dijo que los 12 hinchas «son por ahora sospechosos».
Explicó que se pidió mediante la Interpol y la Cancillería boliviana antecedentes de los hinchas a otros países, pues a Bolivia han llegado versiones de que son «barras bravas, con antecedentes violentos».
Los hinchas niegan ser barra bravas violentos y desmintieron las versiones de prensa que reseñan sus antecedentes penales en su país y en Argentina.
La entrevista estuvo precedida por un gesto de solidaridad de una reducida colonia brasileña en Oruro, una ciudad que vive de la minería, con la llegada del almuerzo.
Joana Sequeira, una brasileña que reside en Oruro les trajo alimentos a la cárcel. «Les traigo comida típicamente brasileña: arroz, poroto, pollito y ensalada», dijo. «Los brasileños somos siempre solidarios», agregó.
Acusados por otros delitos
La fiscal dijo a la AFP que algunos de los ‘corinthianos’ detenidos han sido acusados de estafar a un empresario hotelero en Bolivia, aunque ella aclara que «estamos en una investigación por un hecho específico» y que esos otros elementos están al margen de la indagación.
La fiscal exhibió a la AFP una bengala, similar a la que fue disparada, y señaló que esa y otros implementos fueron decomisados a los brasileños Cleuter Barreto Barros y Leandro Silva de Oliveira, acusados de ser los autores materiales de la muerte de Kevin.
Los otros 10 presos son sindicados como «cómplices» del homicidio. La fiscal informó que sobre el grupo de brasileños pesan posibles condenas de 5 y 20 años de prisión.
También exhibió las fotos de la bengala incrustada en el rostro de Kevin que están junto a otros documentos del caso: el artefacto entró por el ojo derecho y salió por la nuca.
Preocupación brasileña
Mientras tanto, la embajada de Brasil en Bolivia ha tomado cartas en el asunto.
Un diplomático, que pidió el anonimato, dijo a la AFP «que la investigación judicial y un video de la red O Globo demuestran que estos 12 muchachos son inocentes y todo el material está en manos de la fiscal».
También aseguró que «la embajada está preocupada porque ahora están juntos, en dos celdas pequeñas, pero serían separados en otros pabellones».