EFE/Melbourne

El finlandés Kimi Räikkönen (Lotus) se convirtió en el primer líder del Mundial de Fórmula Uno, al ganar el Gran Premio de Australia, en el que el español Fernando Alonso (Ferrari) logró un segundo puesto con el que vislumbra un mejor arranque que años previos y el alemán Sebastian Vettel (Red Bull), gran dominador las temporadas anteriores y actual campeón mundial, fue tercero.

Räikkönen, de 33 años, firmó  ayer, en el circuito semiurbano de Albert Park, su vigésima victoria en Fórmula Uno, la segunda tras su regreso, el año pasado —después de dos años en el Mundial de rallys—, y tomó el mando de un campeonato que ganó en 2007 con Ferrari.

Kimi ganó una carrera muy movida marcada por el comportamiento de los neumáticos, en la que también firmó la vuelta rápida —la trigésima octava de su trayectoria— y en la que avanzó seis puestos, después de haber acabado séptimo en la calificación, suspendida el sábado por la lluvia, tras disputarse sólo la primera ronda (Q1). Y que se completó seis horas antes de la carrera.

Vettel largó en la “pole” y su compañero Mark Webber, quien dejó vislumbrar un nuevo dominio aplastante de Red Bull, arrancando también desde la primera fila, perdió cinco puestos en la salida, en la que los dos Ferrari del brasileño Felipe Massa y Alonso, quienes habían empezado cuarto y quinto, respectivamente, avanzaron dos puestos y se colocaron detrás de Vettel, el triple campeón más joven.

Räikkönen, quien en la salida se colocó quinto, por detrás del inglés Lewis Hamilton (se estrenó en Mercedes), ganó con una estrategia a dos paradas.

El cuarto puesto fue para Massa, lo que otorga a Ferrari el primer puesto de constructores.

Sólo largaron 21 pilotos

Problemas

Nico Hulkenberg (Sauber) no largó ayer en el Gran Premio de Australia por un problema en el sistema de gasolina de su C32.

Abandonos

El venezolano Pastor Maldonado (Williams), el alemán Nico Rosberg (Mercedes) y el australiano Daniel Ricciardo (Toro Rosso) no terminaron  la carrera.

Gutiérrez, el mejor de los debutantes

 EFE Y AFP/Melbourne

El mexicano Esteban Gutiérrez (Sauber) fue el mejor de los cinco pilotos debutantes en la categoría reina del automovilismo al concluir en el decimotercer lugar en Australia.

El finlandés Valteri Bottas (Williams) ocupó el decimocuarto lugar, inmediatamente se clasificó el francés Jules Bianchi (Marussia). El británico Max Chilton (Marussia) ocupó el decimoséptimo lugar, y el holandés Giedo van der Garde (Caterham) ocupó el puesto 18, el último de los clasificados.

El mexicano señaló que estaba satisfecho por haber terminado la carrera ya que ése era su primer objetivo.

La manager del equipo, Monisha Kaltenborn, se mostró conforme con la actuación del novato. “Esteban ha hecho una carrera sólida, sin embargo, salir desde el puesto 18 ha sido un handicap para él”, dijo.

Molestia

El brasileño Felipe Massa no se explica cómo se  le mandó parar después de Fernando Alonso cuando él iba por delante. A pesar del enfado, el brasileño calificó el inicio como “positivo”.

FERRARI, LÍDER

El segundo lugar de Fernando Alonso y el cuarto de Massa le otorgan a Ferrari el primer puesto   de constructores, con 30 puntos. Lotus ocupa la segunda colocación con 26.

Dos paradas

Räikkönen, quien salió quinto en la grilla de partida, ganó con una estrategia a dos paradas. Fue el único que la utilizó de entre los primeros seis clasificados, quienes pararon tres.

‘Muy dura’

El piloto mexicano Sergio Pérez, quien ayer concluyó en el undécimo lugar en su debut en McLaren, declaró que la carrera fue “muy, muy dura” pese a que tuvo una buena salida.

Decepción

“Fue un final decepcionante para un fin de semana que resultó difícil, tanto para mí, como para el equipo”, manifestó Pastor Maldonado (Williams), quien abandonó en la vuelta 25.

Un lindo principio

Lorenzo Carri

Para comenzar, Australia nos regaló un primer Gran Premio de 2013 sin lluvia aunque con cielo nublado. Una competencia muy peleada, de principio a fin, con algunas sorpresas y varias ratificaciones.

Una de estas confirmaciones, sin duda, la de Kimi Räikkönen, soberbio en un Lotus sin fallas, con una gran tarea estratégica del equipo.

Räikkönen puede ser una novedad para los muy jóvenes entusiastas de la Fórmula 1, pero el campeón de hace siete años demostró en su regreso —dos temporadas consecutivas— que será un hueso duro de roer. Un rival que no concederá ventajas. Frío en apariencia, caliente en la pista.

Otra de estas ratificaciones, la del dúo Ferrari, Alonso-Massa: el español brindó algunos de los momentos más hermosos de la carrera y el brasileño Massa dijo, en pista, que no será la quinta rueda del carro.

Una desilusión, a medias, la de Vettel. El campeón alemán hizo todo lo posible pero se encontró con las hormas de su zapato (Räikkönen y Alonso), aunque se metió en el podio, como era de esperar.

Una cierta desilusión de Lewis Hamilton (en su sonado debut con Mercedes) y una frustración completa de Mark Webber, que ayer apareció a kilómetros de su compañero de Red Bull.

Los cuatro primeros fueron los verdaderos héroes en Albert Park, pero sería injusto dejar sin mención a Adrian Sutil.

Volvió a tener un coche —en este caso el Force India que no será uno de los favoritos pero anduvo muy bien durante el 70% de la carrera— y apareció allí, donde no se lo esperaba (fue puntero eventual) hasta que otras máquinas lo superaron.