Icono del sitio La Razón

La compleja eliminatoria sudamericana

La distancia entre nuestros países, las dificultades para armar combinaciones aéreas rápidas y prácticas, la apreciable cantidad de futbolistas sudamericanos que juegan en ligas europeas, todos estos factores son los que hacen que la fase para clasificar a la Copa del Mundo resulte más dificultosa que para europeos, asiáticos y africanos.

Se les llama eliminatorias desde que tengo uso de razón, pero en realidad deberían considerarse clasificatorias porque se disputa en primer lugar no un conjunto de eliminaciones, es decir, un calendario de partidos para perder, sino todo lo contrario ya que en realidad se juega la fase inicial de la Copa del Mundo que en esta oportunidad desembocará en Brasil el próximo año con cuatro selecciones que obtendrán dicho pasaje de manera directa más una que podría llegar venciendo un escollo más.

Hecha esta salvedad y examinado el reloj de arena, nos encontramos con la segunda fecha de la segunda rueda con un muy complicado rival para Bolivia en Barranquilla, dada la excelencia de jugadores con los que cuenta Colombia y el salto de calidad que le ha generado la presencia de José Pekerman en la dirección técnica.

De nuestra selección debo decir nada más que Xabier Azkargorta trabaja con la seriedad y el profesionalismo demostrado en 1993-1994 y ahora, además, con un  profundo conocimiento de nuestra realidad sociocultural, y que los jugadores que conforman el equipo nacional han respondido con puntualidad y notable seriedad ante el desafío que significa enfrentar hoy a los cafetaleros y el martes 26 a la Argentina de Alejandro Sabella, que llega con el ojo en tinta después de cuatro años de haber sido apaleada con ese histórico e incuestionable 1-6 en el Hernando Siles.

El desarrollo de esta larga competencia para llegar a un mundial a través de esta modalidad de disputa en nada menos que dos años pone a prueba la asignatura más dificultosa que existe hoy en el fútbol competitivo internacional y que pasa por la necesidad de conseguir la regularidad necesaria para lograr el pasaje, esta vez, a Brasil 2014, asunto que por ejemplo le ha resultado muy complicado a Uruguay que de haber conseguido el cuarto lugar en Sudáfrica 2010 y luego ganado la Copa América 2011, soportó un bajón en las cuatro últimas fechas que alcanzó su momento más crítico en La Paz cuando tuvo que soportar el 4-1 propinado por Bolivia.

En ese mismo marco de análisis, lo más notable es el crecimiento sostenido de Colombia y el equilibrio alcanzado por Ecuador, que se mantiene invicto en condición local y que hoy tiene fecha libre, mientras Chile intentará recuperar terreno luego de arrancar muy bien con la dirección de Claudio Borghi y haber súbitamente decrecido en calidad al punto que se estrena como nuevo seleccionador al argentino Jorge Sampaoli que hasta hace un par de meses estaba al frente de la popular Universidad, con el desafío de jugar contra una selección peruana que junto con la boliviana marchan en el penúltimo lugar de la tabla de colocaciones.

Mientras Argentina visita a Venezuela, situada en la parte superior de la tabla de posiciones y con posibilidades reales de alcanzar la clasificación, Paraguay enfrenta en el Centenario de Montevideo a Uruguay, reeditando la final de la última Copa América y si sale derrotada como lo indican las posibilidades de uno y otro equipo, estará prácticamente eliminada para el Mundial y quedará sellada una durísima realidad que pasa por reconocer que lo hecho por Gerardo Martino, el director técnico que ahora triunfa en el Newell’s Old Boys de Rosario, fue nada más que un diseño coyuntural para un fútbol aguerrido y ultradefensivo con una más que destacada participación en Sudáfrica y una seguidilla de empates en la Copa América, exhibiendo, como pocas veces habíamos visto en el último tiempo, un antifútbol atroz, de una fealdad insoportable.

Nada está dicho ciertamente, pero sobre lo que hay coincidencia es que en el momento actual, los equipos con mejor rendimiento y promesa de muy buenos desempeños son precisamente los rivales de Bolivia hoy y el martes, lo que significa que los desafíos para los nuestros son enormes dada la convicción de que mientras hayan partidos y el fútbol no deje de ser un juego de once contra once, la lucha sigue y será la buena disposición anímica y una fuerte capacidad de concentración las que podrían permitir buenas actuaciones e iguales resultados.

Argentina, Colombia y Ecuador son por ahora favoritas. Uruguay está en el justo medio y si consigue imponerse a los guaraníes, podría sumarse a las otras tres. Chile, Bolivia, Perú y Paraguay son por ahora las selecciones con menos probabilidades de llegar, mientras que  la anfitriona, Brasil, se dispone a llegar   a Santa Cruz de la Sierra para jugar un partido amistoso el 6 de abril que bien servirá como primer partido preparatorio para lo que nuestra selección deba hacer frente a sus próximos rivales, Venezuela en La Paz y Chile en Santiago  en junio.

Pronóstico reservado para esta tarde y muchísima ansiedad para los aficionados que saben perfectamente que una goleada contra Argentina como la de hace cuatro años es prácticamente imposible que se produzca, pero sabiendo también que si hay una bestia negra para los rioplatenses en el último tiempo es precisamente la selección “del altiplano” como equivocadamente le llaman quienes conocen a medias nuestro país y viven obsesionados con la altitud de La Paz.