La táctica quedó relegada a un plano secundario en el segundo tiempo, en el que Bolivia buscó el gol del triunfo más con el corazón que con argumentos técnicos. Lionel Messi y compañía, en cambio, si bien atacaron poco, estuvieron más cerca de irse a casa con los tres puntos del estadio Hernando Siles, de no mediar las salvadas de Sergio Galarza.
En las convocatorias, Galarza pareciera tener menos chance; pero por diferentes motivos aparece como titular. Eso ocurrió por la baja inesperada de Hugo Suárez y atajó en octubre del año pasado contra Uruguay. Hace unos días comenzó en el banco de suplentes en el partido contra Colombia, y terminó jugando en Barranquilla por la lesión de Carlos Arias.
Ayer ratificó que la veteranía es la principal cualidad de un buen golero, quien con cuatro atajadas evitó un final peor para Bolivia. En el primer tiempo le negó la posibilidad de gol a Rodrigo Palacio con una intervención acrobática. En la segunda parte, impidió que Ever Banega aumentara, pues con mano cambiada sacó un balón que viajaba a su arco.
Después le ganó al mejor jugador del mundo, quien primero disparó un tiro libre y Galarza atajó otra vez de forma espectacular. Y la última fue otra vez contra Messi, quien cerca del final cortó una salida y encaró hasta el área, amagó para quedar solo, pero el golero achicó el ángulo y se quedó con el balón. El público reconoció el esfuerzo del boliviano y lo despidió con aplausos. La selección hizo mejor las cosas en la primera parte, obligando a retroceder a los argentinos, pero chocó con un rígido sistema defensivo y un arquero sobrio que contribuyó mucho para hacer un buen negocio.
Argentina no fue la de otros partidos, su director técnico Alejandro Sabella puso siete hombres con vocación de marca, distribuidos en dos líneas; aunque con poco que ofrecer en ataque causó muchos problemas y hasta pudo ganar el partido y allanar la ruta que conduce a Brasil 2014.
Marcelo Martins anotó el que podría ser su último gol con la camiseta de la selección. De cabeza superó a Sebastián Romero tras un centro perfecto de Alejandro Chumacero, a los 25 minutos.
Bolivia sigue imbatible para Messi, pero fue él quien inició la acción del empate. Le hizo una perfecta habilitación a Clemente Rodríguez para que mandara un centro atrasado que Banega conectó de cabeza, el balón ingresó al arco por el costado izquierdo.
Esa anotación (44’) enfrió el ánimo de la Verde y dejó a los jugadores impactados porque en la reanudación el equipo no fue el mismo. Cayó la presión por los laterales con los cambios de Jair Torrico y Diego Bejarano y no fue suficiente el despliegue en todo el terreno de Alejandro Chumacero, porque al frente hubo una muralla firme que no dejó ningún espacio vacío. Los intentos se quedaron en eso y Bolivia terminó complicada en la eliminatoria, con el Mundial de Brasil cada vez más lejos.
Un saludo cordial de capitanes
Lo pasado…
Ronald Raldes y Lionel Messi se encontraron por vez primera en una cancha desde el cruce que tuvieron en la Copa América de 2011 y su saludo en la previa del compromiso fue cordial. Para ambos, el episodio en La Plata ha quedado en el olvido.
Línea de tres
La selección demostró ayer que con tres zagueros es más eficiente en la marca que jugando con línea de cuatro, como sucedió en Colombia. Hubo buena conexión entre Zenteno, Raldes y Gutiérrez.
Sin fuerza
En el segundo tiempo, Bolivia no tuvo el mismo caudal ofensivo. El equipo prefirió utilizar la banda izquierda para hacer daño y no puso atención en la banda derecha, donde Juan Carlos Arce no fue bien aprovechado.
Buen arquero
Sebastián Romero es prenda de garantía y ayer ratificó sus condiciones en Argentina. Lució seguro, sobre todo en los balones aéreos. Antes de convertir el gol de la apertura, Marcelo Martins lo exigió con un potente remate hacia la parte baja del palo derecho de su arco y el golero respondió con seguridad.