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Siempre listo

Tenía el don de la convicción. Sereno y decidido. Decente, sin dobleces.Su sonrisa lo acompañaba en todas las circunstancias.Era un vencedor innato y lograba lo que se proponía.Jamás se aprovechó de nadie. Ni siquiera cuando su apellido materno podía favorecerlo. La única vez que llegó a un cargo público fue en la administración de Jaime Paz Zamora y al frente de YPFB materializó convenios con Brasil que aún se mantienen.Siempre fue un señor.

Su paso por el fútbol fue importante. Como Lalo Lafaye, su primer amor fue Always Ready y derivó al Tigre estableciendo con Rafo Mendoza un tándem incomparable. Así le cantaron luego: ‘Mirando está el Illimani, al Tigre derribador, que viene desde Achumani, con paso de triunfador… Dale Tigre dale, de corazón… Porque Chacho Saavedra te quiere campeón…’. Y después la Federación, desde donde hizo, como nadie, una defensa cerrada para evitar el veto a la altura de La Paz logrando, en 1996, una resonante victoria en Zurich, búnker de la FIFA, aplastando a los poderosos que abusivamente querían anular a La Paz.

Y una conquista para la estadística: Bolivia fue subcampeón de la Copa América 1997. En todas estuvimos juntos en una demostración de hermandad elegida pero duradera. José Saavedra Banzer acaba de irse. En silencio. Con el corazón henchido de amor. Con ese corazón, siempre listo para hacer el bien. Lo lloramos, pero no lo olvidamos, porque también el nuestro late al mismo ritmo con el que compartimos en la vida.

El autor es periodista.