Decidido apoyo
Al parecer, la imagen de quienes hoy encabezan los organismos futbolísticos del país está deteriorada frente a los ojos gubernamentales.
A dónde habrán ido a parar las manifestaciones del fútbol boliviano solicitando apoyo gubernamental? El primer paso fue más bien un tropiezo: Los ejecutivos de Futbolistas Agremiados de Bolivia (Fabol), que encabezaron aquél movimiento, no tuvieron la suerte ni siquiera para ser recibidos por una autoridad de la Asamblea Plurinacional —a la que se han dirigido mediante un documento—, se encontraron con las puertas cerradas y lo único que consiguieron es ofrecer una conferencia de prensa para explicar su postura.
De lo que se trata es de lograr el respaldo de los poderes del Estado mediante una o más leyes que permitan, con recursos emergentes de ellas, salvar al fútbol —y en general al deporte boliviano— de la situación en que se encuentra. Está claro que la carrera tiene que ser a través de un fuerte respaldo, de lo contrario será imposible avanzar.
No hizo oídos sordos, en cambio, el presidente Evo Morales. El primer hombre del país salió casi de inmediato a hablar del tema, sin embargo, lo hizo con una respuesta preocupante para quienes hoy por hoy están al frente del fútbol nacional: su gobierno está dispuesto a apoyar e incluso a ir de la mano, pero no con los actuales directivos, la condición es que vengan nuevos, o sea una renovación que —por ahora— no parece tener futuro.
Al parecer, la imagen de quienes hoy encabezan los organismos futbolísticos del país está deteriorada frente a los ojos gubernamentales. También es sabido que el público en general en su mayoría no comulga con ellos, y todo parece propio de una disconformidad que parte en los resultados deportivos negativos.
Bueno sería darse cuenta, en primer lugar, que éstos no van a desaparecer de la noche a la mañana, ni el cambio de directivos hará que en la cancha la historia sea diferente. Lo que corresponde primero es entender que en algún momento hay que comenzar en serio un proceso, y que para tomar una decisión en ese sentido no deben importar tanto las personas, sino la forma de hallar las herramientas correctas.
El apoyo gubernamental no debe ser tan solo para el fútbol, el deporte en general lo necesita y por el momento no aparecen señales que indiquen que se ha abierto algún camino. Es que algo está fallando.