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Norberto Kekez: ‘El boliviano tiene que competir desde niño’

Canchas de fútbol, entrenadores, escuelas y clubes profesionales hay en Bolivia. Lo que no se hace con el futbolista boliviano desde niño es darle competitividad interna y externa, situación que el resto la tiene, según opina Norberto Kekez, exjugador profesional y actualmente técnico y comentarista.

De nada serviría cambiar a los dirigentes, entrenadores o futbolistas, cuando la formación de base carece de competencia. “Desde niño debería jugar ocho meses al año y en todo el país, y mejor si se va afuera”, dice.

— ¿Qué ocurre con el fútbol boliviano?

— Estamos lejos del fútbol del exterior porque empezamos al revés; comenzamos por el techo y terminamos en los cimientos. El techo es la selección y ésta no salvará a nuestro fútbol. Primero debemos ordenar nuestras bases; hacer torneos competitivos; ligas nacionales, que serían los cimientos; la Liga, las paredes; y recién el techo, que es la selección.

— ¿La estructura está mal?

— Funciona al revés. Una clasificación a un Mundial no es la solución a los problemas actuales del fútbol boliviano. Parte de la solución más cercana es crear competencia para los chicos. En este país existen canchas, hay directores técnicos, los papás se ponen de entrenadores, pero nuestro gran problema es que no tenemos competencia desde chicos. El niño de Cochabamba no juega en Potosí, el de allí no juega en Santa Cruz y éste no sabe de los Yungas o del Chaco. Es decir, es necesario que jueguen en ambientes distintos para que cuando sean grandes no sientan los cambios y lleguen con mucho roce.

— ¿Eso no significa dinero?

— Seguro tendrá su costo, pero será una inversión, no   un gasto y además los réditos vendrán. No hay dónde perderse si se trabaja así con los chicos lo más temprano, con los Sub-15, 16, 17 y hasta mucho más atrás. Ese niño o joven que compita, en tres años tendrá un gran roce.

— ¿El fútbol no es por etapas? ¿Primero recreativo, luego competitivo?

— El fútbol ya es recreativo al jugar, pero desde pequeños debemos enseñarles a ganar, que no sean conformistas. Es lógico que se perderá o empatará, pero la mentalidad nuestra debe ser ganadora, ir con armas nobles, respetando al rival. No es difícil. Tenemos dos claros ejemplos con Ecuador y Venezuela, con Dusan Draskovic y Wálter Cata Roque, con quien mantengo contacto. Hicieron ligas nacionales para los chicos, compitieron y cambiaron sus realidades. Arrancaron con Sub-16, 17 y en tres años comenzaron a aparecer los jugadores. Los venezolanos no fueron aún al Mundial, pero son protagonistas y seguro ya irán. Esa es la diferencia, ellos tienen competencia desde niños, nosotros no tenemos eso. El boliviano tiene que competir desde niño, empezar a trabajar por la base, por el cimiento, no mirar sólo al techo.

— ¿Quiénes son responsables por la falta de competencia?

— Deberíamos tener una sola federación que dirija el fútbol en todas sus categorías: profesional, ascenso y divisiones inferiores. Que aglutine todo bajo una estructura. No apostar a un torneo de dos semanas, ya sea en el Sub-15 o el Sub-17, sino competir gran parte del año. Es para tener roce, fuerza y para que sepa asumir los cambios.

— ¿Esta solución es a mediano o largo plazo?

— Siempre tomando en cuenta la competencia desde niños, será una mejora a mediano y largo plazo, si se empieza ya. Compitiendo uno evoluciona. Vamos a mejorar jugando a nivel local, nacional y afuera, no hay otra. El día que tengamos esa competencia, aparecerán jugadores más fuertes de físico y de mente.

— ¿El futbolista boliviano no tiene esa competencia?

— Los jugadores bolivianos son víctimas de la estructura. Ellos no tienen la culpa de nada porque de niños se entrenaron como pudieron, con carencias y apuros, porque la estructura no está bien, no se atiende a las divisiones menores y por eso se forman con deficiencias. Sigo apuntando  a que la falta de competencia  interna desde niños es difícil compensar ya de grandes y eso es responsabilidad del Estado, federativos, clubes y otros.

— ¿Los entrenadores de menores forman bien o mal?

— El entrenador de menores es muy sacrificado, poco valorado, trabaja de sol a luna y no se le dan las condiciones.

— ¿Los actuales dirigentes deben irse?

— No se trata de que éstos se vayan o vengan otros, porque mientras siga la misma base, así se cambien o sigan los mismos, los resultados no vendrán. Lo importante es que los beneficiados sean los deportistas. Acá, en Cochabamba, tenemos dos asociaciones y eso genera que unos chicos jueguen en el estadio Capriles y otros no. ¿A quién perjudican?, ¿a un dirigente?, ¿a otro? Evidentemente a los chicos. No soy quién para decir que se vayan, seguro algunos tendrán que dar un paso al costado y otros quedarse, no se puede decir que todos son malos o todos son buenos. Debe cambiar la base y darse más lugar a la competencia.