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Sólo la mitad de inscritos ‘sobrevive’

La mitad de los pilotos, tanto de autos como de motos, aún está en carrera, la mayoría con el objetivo de terminar este inédito Gran Premio, que por primera vez se lleva a cabo por los nueve departamentos del país.

De los 42 inscritos en autos quedan sólo 21, que hoy largarán desde Tarija. Buena parte de los abandonos se registró en las tres primeras etapas, por lo duras que fueron. Sin embargo, cada día tuvo su dificultad.

“Hasta aquí ha sido una carrera larga y difícil, y todavía falta. Los coches han sufrido bastante y los pilotos estamos cansados, pero entusiasmados por llegar a la meta final”, según Roberto Peña, el inseparable navegante del líder de la categoría 1.600 Libre, Osman Auza.

La más sentida baja en autos se registró el martes, por el vuelco —sin consecuencias para el piloto y su navegante— de la máquina del tarijeño Delio Velásquez, que iba entre los punteros hasta que ocurrió el incidente.

Entre otros, antes también había abandonado Ramiro Aguirre, que desde el comienzo fue uno de los animadores de la prueba. Está previsto que hoy partan sólo 15 motos. Hasta ayer eran 16, pero Freddy Herboso regresó a Cochabamba —tras terminar la séptima etapa— para ver de cerca la recuperación de su hijo Jhonatan, accidentado anteayer.

Al comienzo eran 31 máquinas de motos, número que se ha reducido a la mitad. “Todos esperamos llegar a La Paz. Hay que cuidar la máquina, no hay que descuidarse. Esto no acaba hasta que nos bajan la bandera a cuadros”, reflexionó el líder en motos, el valluno Marco Rajib.

En un Gran Premio al que no le faltaron los problemas, el primer abandono no fue de un piloto, sino del presidente de la Federación Boliviana de Automovilismo Deportivo (Febad), el multicampeón Armin Franulic, quien se enfermó en Cobija y tuvo que regresar a La Paz, donde se recupera internado en una clínica.

Los dos hechos más dramáticos se registraron el domingo, durante la quinta etapa, cuando a unos kilómetros antes de llegar a Villa Tunari un coche golpeó a dos aficionados, y en la meta de esa localidad otro vehículo ocasionó un accidente con nueve lesionados, 11 en total.

Los casos más delicados, de siete personas heridas —la mayoría con fracturas diversas—, son atendidos en Cochabamba, donde a pesar de la gravedad de los accidentes, todos están en proceso de recuperación. “Tanto los pilotos involucrados como la Febad están colaborando en una parte de los gastos”, dijo Fernando Aramayo, director de prensa de la federación. Las últimas tres etapas del Gran Premio se correrán hoy, mañana y el sábado. No pocos dirán “por fin” tras haber terminado la travesía.

Herboso tiene baja de seis semanas

Rafael Sempértegui

El piloto de motos Jhonatan Herboso, accidentado el martes en el Gran Premio —en el que defendía el título—, tiene una baja médica mínimo de seis semanas, luego de que se sometió a una intervención quirúrgica de la cadera ese mismo día.

Herboso estrelló su motocicleta contra una baranda después de pasar Potosí. La máquina quedó destrozada y al motociclista le colocaron placas y pernos para ayudar a recuperar una lesión en la pelvis.

“No recuerdo bien por qué me caí. Lo último en mi mente fue que pasé Potosí y después recuperé la consciencia cuando me bajaron del avión en Cochabamba. Gracias a Dios estoy mejor, me dolía mucho, pero a medida que pasa el tiempo estoy más tranquilo”, aseguró ayer en la clínica en donde se recupera.

Su padre, Freddy Herboso, que abandonó la carrera para estar al lado de su hijo, sostuvo que después de mirar “cómo quedó la moto, partida en dos, pienso que mi hijo tuvo bastante fortuna, porque no sufrió mayores daños”.