Diego Cabrera: ‘En Bolivia somos muy cómodos’
El Deportivo Itagüí es su sexto equipo en el fútbol colombiano, donde es reconocido. En Colombia, Diego Cabrera ha vestido la misma cantidad de camisetas que en Bolivia, pero allí —donde están festejando la inminente clasificación de su selección al Mundial Brasil 2014— le ha ido mejor y por eso quiere quedarse por mucho tiempo más.
El Deportivo Itagüí es su sexto equipo en el fútbol colombiano, donde es reconocido. En Colombia, Diego Cabrera ha vestido la misma cantidad de camisetas que en Bolivia, pero allí —donde están festejando la inminente clasificación de su selección al Mundial Brasil 2014— le ha ido mejor y por eso quiere quedarse por mucho tiempo más.
— ¿Se podría decir que Colombia te sienta bien?
— Estoy tranquilo, las cosas me salen, siempre estoy marcando goles y eso es bueno para un futbolista de mi puesto (es delantero). Además me gusta este país, la gente es muy buena conmigo y me hace sentir cómodo.
— ¿Qué factor crees que incide para rendir mejor allí?
— Aquí tengo la dicha de que mis compañeros me ponen mano a mano con el arquero, también el aspecto físico es muy importante para tener un lugar en el equipo. En mi anterior paso por San José de Oruro no pude adaptarme, pues tenía que bajar muchos metros a buscar balones; aquí, en cambio, juego en el área. El fútbol colombiano es uno de los mejores del mundo y lo está demostrando su selección. En Bolivia somos muy cómodos, en el aspecto físico nos falta mucho y esas cosas afectan.
— ¿Por qué elegiste el Deportivo Itagüí?
— Tuve un contacto con el profesor (Jorge) Bernal, quien me dirigió en Cúcuta; su propuesta me gustó, la acepté y nos está yendo bien en la competencia local y también a nivel internacional.
— ¿Cuántos goles ya has anotado en esta temporada?
— Hasta ahora tres, todos importantes. En el club se rota mucho porque también estamos en la tercera fase de la Copa Sudamericana y queremos seguir en carrera. En el fútbol actual ya no hay equipos chicos, la mentalidad es distinta y todos trabajan por objetivos grandes.
— ¿No te cruzas con los hinchas de tus clubes anteriores?
— Sí, y la mayoría de la gente reconoce el esfuerzo y ganas que puse en esos equipos. La gente de Santa Fe (con el que salió campeón hace un año), por ejemplo, me trata muy bien. Además, de todos los clubes salí muy bien.
— ¿Qué ambiente reina en Colombia con su selección cerca del Mundial?
— Es una fiesta enorme, se sienten orgullosos de su selección a la que ya la dan por clasificada. Su fútbol es bueno, sus jugadores se han consagrado, la gente sueña con el Mundial, en todo el país se ve aficionados con la camiseta colombiana. Me alegra porque estoy mucho tiempo aquí, y quisiera que la misma fiesta se viviera en Bolivia.
— ¿Cómo has visto a la distancia a nuestra selección?
— Los cambios que se han dado han sido buenos porque los jóvenes han respondido. Pienso, sin embargo, que primero nos preocupamos por criticar. En primer lugar, Xabier Azkargorta se tiene que quedar porque es una persona que conoce a los jugadores, sabe del medio y en el tiempo en que estuvo demostró muchas cosas.
No es momento de culpar a nadie, hay que apoyar el proceso y ayudar entre todos para que la gestión camine de la mejor manera. El boliviano debe darse cuenta de que puede, que tiene talento de sobra. La unión es fundamental para que nuestro fútbol siga adelante y nos podamos sentir orgullosos de tener una selección de alto nivel.
— ¿Tu proyecto personal es seguir en Colombia?
— En Colombia me siento como si estuviera en mi casa porque estoy muy cómodo. Lo importante es vivir el día a día. A veces el fútbol es ingrato, pero espero seguir bien en el Itagüí.
—¿Pensaste en naturalizarte colombiano?
— Nunca, pero uno no sabe. Por ahí me quedo por aquí a tratar de mejorar muchas cosas. Es una pregunta que me haría pensar muchísimo, pero tomaré la mejor decisión para mi familia.
— ¿Tu familia se habituó al estilo de vida de ese país?
— Mi familia me acompaña, mis hijos son el remedio para calmardolores y tristezas porque en el fútbol no es todo bueno. Ellos y mi señora me apoyan siempre.
— ¿Por qué dices que en el fútbol no todo es alegría?
— No olvido de donde salí. Ahora me alegra ver a mis hijos estudiando porque yo no tuve de niño posibilidades para hacerlo. De chico no tuve muchas comodidades; no era porque mi papá no me quería dar, sino porque simplemente no alcanzaba.
Yo jugaba descalzo, mi padre se esforzó mucho para comprarme zapatillas; ahora tengo la posibilidad de devolverle alegrías. Sufrí mucho de chico, me golpeó la muerte de mi madre, por eso es que ahora trato de dar lo mejor de mí en la cancha para que mi familia esté bien.