Jugar bajo unos 36°C ‘no es chiste’
El intenso calor afectó a los dos equipos. Los jugadores, cuando podían, se refrescaban. Los árbitros no pararon el partido para ello
“No es chiste jugar a esta hora (16.00), porque de verdad que afecta a todos. Hasta diría que le afecta más a Sport Boys, porque en lo que va del certamen no le fue bien como local, perdió y empató mucho”, según el dirigente del club cruceño, Gerardo Rosado.
Sport Boys y The Strongest jugaron ayer bajo un calor sofocante, una temperatura de 36°C y una humedad del 87%. Los jugadores de uno y otro equipo aprovecharon alguna pausa para refrescarse; en cambio, nadie de la terna arbitral hizo parar el encuentro por unos instantes para que los futbolistas pudieran rehidratarse.
Rosado explicó que el estadio Samuel Vaca no tiene iluminación artificial, por tanto no es posible jugar por la noche, de manera que no hay otra que hacerlo en el horario tradicional de las 16.00. Admitió que los locales son conscientes de que su equipo también puede verse afectado.
“Pero sucede lo mismo, es como ir al interior y jugar en la altura y con un fuerte frío, es algo natural. Aquí, desde la asociación se juega en este horario y lo seguiremos haciendo”. Contó que en los partidos de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF), cada cierto tiempo se detiene el juego para permitirles a los jugadores refrescarse, lo que no sucede en la Liga.
Uno de los más afectados ayer fue el capitán atigrado Pablo Escobar. Aunque él declaró que sintió una fatiga muscular, trascendió que en realidad el calor causó fuerte impacto y le ocasionó un agotamiento tempranero.
“No me sentía bien físicamente, tuve una semana algo especial, estaba también un poco agripado y le dije al profesor que lo mejor era que ingresara otro compañero, más fresco, y felizmente las cosas salieron bien”, explicó. Destacó que “bajo semejante calor”, sus compañeros hubieran sacado “fuerzas de manera extraodinaria —sostuvo— para conseguir un buen resultado”.
Todos los futbolistas, locales y visitantes, tenían el uniforme completamente mojado por el sudor. Jugadores de ambos bandos respiraron aliviados cuando el árbitro decretó el final. El dirigente stronguista Carlos Casso sostuvo que “el calor fue muy duro, incluso quienes no corrimos sudamos más de la cuenta, así que ya se podrán imaginar lo que pasó con los jugadores.
Pero quien desea ser campeón de Bolivia debe jugar en todas partes”. Ahora, The Strongest —que se quedará en Santa Cruz a trabajar— tomará los recaudos para ir a Montero, donde el domingo, ante Guabirá, le espera algo similar.
Escobar fue técnico y utilero
Instrucciones
El capitán de The Strongest, Pablo Escobar, hizo las veces de entrenador después de dejar el campo de juego. En el segundo tiempo se dedicó a dar instrucciones a sus compañeros desde el banco de suplentes, colaborando con el preparador físico, Jaime Jiménez. A ratos, el futbolista se hizo llamar la atención por el cuarto árbitro.
Expulsado
Eduardo Villegas encontró ubicación en una pequeña cabina de la tribuna. El técnico de The Strongest cumple una sanción de tres partidos por expulsión. Desde ahí pudo dar algunas indicaciones a sus colaboradores.
Lanzando agua
Escobar también colaboró como si fuera ayudante de útiles. De rato en rato lanzaba bolsas con agua para que sus compañeros pudieran refrescarse. Además, les acercaba botellas con líquido al borde del terreno de juego.
Sin Melgar
El volante Víctor Hugo Melgar será baja en The Strongest, el domingo ante Guabirá en Montero, debido a que ayer el árbitro Alejandro Mancilla le mostró su quinta tarjeta amarilla.
Vuelven dos
En cambio, reaparecerán el zaguero Marcos Barrera —quien estaba suspendido por expulsión— y el volante Raúl Castro —por amarillas—. Ambos estuvieron ayer en Warnes.