La FIFA indicó este lunes que conserva su confianza en el «plan integrado» entre las autoridades públicas y la seguridad privada para el Mundial de Brasil-2014, tras los graves enfrentamientos entre hinchas registrados el domingo en el sur del país.
«Es un hecho triste, cosas que no queremos ver en el fútbol ni en los estadios. No haremos comentarios sobre este hecho en concreto. Pero conservamos toda la confianza en el plan integrado (de seguridad) entre las autoridades públicas y la seguridad privada. La Copa Confederaciones demostró que funciona», explicó a la AFP un portavoz de la FIFA en Brasilia.
El partido de la última jornada del campeonato brasileño de 2013 entre el Atlético Paraná y el Vasco de Gama, considerado de alta tensión, había sido desplazado a Joinville, en el sur de Brasil, para tratar de evitar problemas entre las hinchadas.
Sin embargo, en el minuto 17 del encuentro, cuando el Atlético ganaba por 1-0, comenzaron las peleas entre los hinchas de ambos equipos. La situación empeoró cuando los aficionados del Vasco se enfurecieron tras ver cómo su equipo caía derrotado estrepitosamente (5-1), lo que significó su descenso a segunda división.
Las imágenes y las fotografías que difundieron las televisiones y la prensa mundial este lunes mostraban a hinchas ensangrentados retorciéndose en el suelo, mientras que sus agresores seguían ensañándose con ellos.
Las fuerzas del orden intervinieron con retraso porque «la seguridad del partido estaba bajo la responsabilidad de una empresa privada contratada por el Atlético Paranaense», según explicó después el portavoz de la Policía, Adilson Moreira.