Las motos, los cuatriciclos, autos y camiones del Dakar 2014 se reencontraron este lunes en Calama (norte de Chile) al final de la octava etapa, después de haber franqueado la cordillera de los Andes, los primeros tras realizar escala en Uyuni (Bolivia) y los segundos directamente desde Salta (Argentina).

En coincidencia con el paso a Chile, tercero y último país que visita este año el rally, el motorista francés Cyril Despres (Yamaha) halló compensación a su mala suerte de los últimos días y logró su primera victoria de etapa de edición (especial larga de 409 kilómetros). Además, lo hizo pasando por delante de sus dos adversarios más fuertes en la general: los españoles Joan Barreda (Honda), segundo, y el líder, Marc Coma (KTM).

En la general, Despres (con cinco victorias en el Dakar, de las cuales la última fue en la edición de 2013) consiguió subir una plaza respecto a la víspera y colocarse noveno, pero las 2h23m58s que lo separan de Coma hacen pensar que será muy difícil que el francés logre revalidar su título el próximo domingo en el puerto chileno de Valparaíso.

Por su parte, el chileno Jeremías Israel (Speedbrain) mantuvo su quinto lugar en la general, a 1h52m5s de Coma, pese a haber finalizado decimotercero la jornada.

En la categoría de autos, el vencedor de esta octava etapa fue el catarí Nasser Al-Attiya (Mini), dejando atrás al francés Stéphane Peterhansel (Mini), que fue segundo a 1m12s, y al vencedor de la anterior etapa, un recuperado Carlos Sainz (buggy SMG), que finalizó el recorrido a 2m36s del ganador. En cuarta posición arribó el argentino Orlando Terranova (Mini), a 6m40s del catarí Al-Attiyah.

‘Peter’, rey del Dakar con sus 11 victorias entre las logradas con motos y autos, recortó su distancia en la general respecto al español Nani Roma (Mini), líder en la general.

Segundo en la clasificación, el francés se quedó este lunes a 23m46 de Roma, un descenso sustancial en su distancia a la cima respecto al domingo, cuando apagó el motor 31m31s por detrás del líder.

El sudafricano Giniel de Villiers (Toyota) ocupa la tercera plaza de la general, mientras que el argentino Orlando Terranova (Mini) finalizó cuarto la etapa y en la general.

Aunque las condiciones meteorológicas impidieron que los motoristas atravesaran el Salar de Uyuni, la pastilla salina más grande del mundo (10.582 km2), los pilotos disfrutaron de una impresionante jornada a 3.658 metros de altitud en algunos puntos en Los Andes.

Vista desde el cielo, esta octava de las trece etapas de la carrera resultaba impresionante y regaló algunos de los mejores paisajes de la 26ª edición del rally.

La naturaleza de la región dominó el trazado a través del contorno del salar y del paisaje casi lunar que domina el volcán de Tunupa, que alcanza los 5.300 metros de altitud.

Después, rumbo a Chile, fue el turno de otras cimas majestuosas como el Polapi (5.949 m), el San Pablo (6.118 m) y el San Pedro (6.159 m), para descender finalmente hacia el Pacífico por la cordillera de los Andes.

Calama y sus vientos de arena

Ya en Chile, a la expedición del Dakar le esperaba un espectáculo natural igual de impresionante: las montañas de relieve redondeado y desnudo con su color ocre.

Ninguna vegetación en kilómetros y kilómetros. Las únicas y extrañas señales de vida humana se materializaban en raras pistas que serpenteaban hasta lo alto de una montaña. Un inmenso desierto mineral, lunar, sin fin.

Calama, sin embargo, no es la escala más atractiva que ha acogido al Dakar. Esta ciudad, con una población de unos 143.000 habitantes (según el censo de 2005), es uno de los lugares más secos del mundo, con una media de precipitaciones de 5mm.

El campamento de la expedición, armado en las proximidades del aeropuerto, fue víctima durante toda la jornada del lunes de fuertes vientos que arrastraban una arena extremadamente fina, muy perjudicial para los equipos electrónicos (computadoras especialmente) y para las cámaras fotográficas, que se llevó por delante, incluso, las carpas mal instaladas.

La expedición espera ahora con ganas la llegada al Pacífico, este martes al final de la novena etapa entre Calama e Iquique. Entre ellas, aguardan a la expedición las dunas de Atacama en unos 150 kilómetros de los 422 de la especial cronometrada. Y como guinda, momento muy esperado para los fotógrafos, los 3 kilómetros de descenso hacia Iquiqye, con un desnivel medio que supera el 30%.