Apenado por los resultados negativos que cosechó el plantel en el torneo Clausura y cansado porque advirtió que su club era víctima de una “mano negra” por el solo hecho de que adoptó una posición contestataria a la actual estructura del fútbol boliviano, Jaime Ponce decidió anoche renunciar a la presidencia de Aurora de manera irrevocable.
Ante esa figura, la dirigencia decidió que el vicepresidente Bernardo Pavisic, asuma de forma interina el mando, pero su gestión será solo hasta el 15 de este mes, día fijado para que se desarrolle una asamblea extraordinaria en la que tiene previsto poner su cargo a disposición.
“Los motivos son varios, desde la situación tan especial y complicada que nos toca pasar en el campeonato hasta otras situaciones que nos complican de manera extradeportiva. Creo que lamentablemente eso se debe a que Aurora adoptó una posición contestataria y nos complicaron con malos arbitrajes que terminaron por hundirnos más, por eso con mi alejamiento espero que al club no se lo condicione”, afirmó Ponce.
El Equipo del Pueblo suma apenas un punto en el Clausura, producto de un empate en la primera fecha contra Universitario en condición de local, los otros dos se saldaron con derrota, también como local.
Dijo que deja la entidad, pero que no renuncia a su pensamiento en sentido de que la estructura dirigencial tiene que sufrir una profunda transformación en sus estructuras, “caso contrario, el fútbol boliviano seguirá igual y sin avance porque algunos se quieren perpetuar en sus cargos”. Ponce llegó a la presidencia del club en junio del año pasado para ocupar el lugar de Óscar Maldonado, quien también renunció.