El Barcelona, con un empate 1-1 en San Sebastián ante la Real Sociedad tras la victoria 2-0 de la pasada semana, se clasificó ayer para la final de la Copa del Rey, donde se enfrentará al Real Madrid en un apasionante clásico con el trofeo en juego.
El equipo blanco había sellado su billete el martes tras ganar 2-0 en el terreno del Atlético de Madrid, al que ya había superado 3-0 en la ida (global: 5-0). El 19 de abril será la fecha para la gran final Barça-Madrid.
El protagonista del Barcelona volvió a ser su estrella argentina Lionel Messi, que poco a poco va reencontrándose con su forma y que vuelve a ser decisivo con sus tantos. Fue él el que abrió el marcador, culminando un contragolpe, y la Real solo pudo empatar al final, con un tanto del francés Antoine Griezmann.
Messi ya fue la estrella azulgrana el domingo bajo la lluvia en el campo del Sevilla, donde consiguió un doblete en la victoria por 4-1, para devolver al Barça al liderato de la Liga española. El Barça controló bien la situación y mostró una gran solidez ante un adversario motivado, pero que no encontraba espacios.
En la final de la Copa le esperaba ya el Real Madrid, que firmó unas semifinales impecables ante el Atlético de Diego Simeone, el martes ganando incluso 2-0 en el Vicente Calderón de su vecino y rival, una semana después del 3-0 de la ida. Los dos tantos merengues fueron firmados por el portugués Cristiano Ronaldo.