La posibilidad de jugar con un velo o un turbante fue integrada oficialmente ayer en las reglas del fútbol, un hecho que debería contribuir a su desarrollo en aquellos países en los que el deporte choca con la religión. Y es que la International Football Association Board (IFAB), el organismo que define las normas que se deben cumplir en la cancha, había autorizado a modo de prueba su uso a mediados de 2012 y tras casi dos años de ensayo decidió que se daban las circunstancias para su aplicación.

No solo las mujeres de confesión musulmana se beneficiarán de la medida, ya que en muchos países islámicos se obliga a la mujer a cubrirse la cabeza, sino que también los harán colectivos masculinos, como los sikh. “Se llevó a cabo una experiencia y se tenía que tomar una decisión. Se ha confirmado: las jugadoras pueden cubrirse la cabeza para jugar”, declaró el secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, durante una conferencia de prensa tras la 128ª reunión de la IFAB, organismo formado por las cuatro federaciones del fútbol británico y la FIFA.

“No podemos discriminar. Lo que se aplica a las mujeres, se aplicará también a los hombres”, añadió Valcke para explicar la ampliación de la medida al colectivo masculino, solicitado por la comunidad sikh canadiense.

Sin embargo, desde París la Federación Francesa de Fútbol (FFF) anunció que no permitirá que los y las futbolistas lleven velo o turbante en partidos internacionales porque contraviene los “principios constitucionales” franceses, a pesar de que su uso haya sido autorizado por la FIFA.