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Hausleber murió ayer en México

El entrenador de origen polaco Jerzy Hausleber falleció ayer a los 82 años en la Ciudad de México. Era considerado “el padre de la caminata mexicana” y fue gran impulsor para que en Bolivia los deportistas se dedicaran a esta disciplina. Además, fue un defensor de la práctica del deporte en la altura.

Hausleber llegó por primera vez al país en los años 70. Según el entrenador Fernando Trino, uno de sus discípulos, “prácticamente él trajo la marcha a Bolivia, buscando un mejor estímulo en la altura”.

Fue un formador. Al margen de los éxitos internacionales que logró preparando a mexicanos, tuvo mucho que ver en los entrenamientos de quienes fueron figuras de la marcha boliviana, entre ellos Osvaldo Morejón y Eloy Quispe.

También colaboró con la mejor marchista que tuvo Bolivia, Geovana Irusta, a quien entrenaba Trino.

“A Geovana le ayudó bastante, ya que nos permitía entrenar con su equipo en los campamentos organizados a orillas del Lago Titicaca”.
Convencido de que la preparación en la altura generaba mejor rendimiento para los deportistas que después competían a nivel del mar, llevó adelante muchos estudios, venía a Bolivia por lo menos dos veces por año y se vinculó estrechamente a la actividad atlética en el país.

“Le dio mucho valor al entrenamiento en la altura. En México tenía la ciudad de Toluca con una altura media, de manera que tenía que buscar un mayor estímulo. Luego otros equipos europeos copiaron su trabajo, no solo en la marcha, también en otras disciplinas”, recordó Trino, quien radica en Buenos Aires.

En la actualidad, equipos mexicanos continúan llegando a Bolivia para preparar a sus deportistas, siguiendo sus enseñanzas.

Cada que venía a Bolivia aprovechaba para llevar adelante estudios. Llegaba con su equipo médico y además con un pequeño laboratorio. Trabajó bastante en combinación con el Instituto Boliviano de Biología de la Altura (IBBA).

Por agradecimiento a la labor que desarrolló en el país, y en especial la colaboración que le entregó a varios deportistas nacionales, un grupo de marchistas fundó el Club Jerzy Hausleber, que competía en la Asociación Atlética de La Paz.

El club desapareció cuando uno de sus fundadores, el atleta Eloy Quispe, falleció en 1998.

“Siempre investigó sobre la altura, y gracias a ello consiguió grandes éxitos deportivos”, dijo Trino.

Los datos

En México
Hausleber llegó a México en 1966, a los 36 años, como parte de un convenio deportivo entre los gobiernos de México y Polonia para buscar entrenadores que desarrollaran las habilidades de los deportistas.

En Bolivia
Vino a Bolivia por primera vez en la década de los años 70. Aparte de entrenar a los equipos mexicanos, colaboraba con los deportistas bolivianos. Defendía la altura para la preparación. Un club llevó su nombre durante muchos años.

Forjó a los mejores marchistas aztecas

EFE – México

Jerzy Hausleber se encargó de forjar a los mejores andarines mexicanos durante más de 40 años desde su llegada en 1966.

Entre sus pupilos destacan los medallistas olímpicos José Pedraza, quien ganó plata en México 68; Daniel Bautista, oro en Montreal 76; Ernesto Canto, oro en Los Ángeles 84; Raúl González, oro y plata también en Los Ángeles 84.

Continuó su trabajo de excelencia con Carlos Mercenario, quien alcanzó la plata en Barcelona 92, e incidió en las carreras de Bernardo Segura, bronce en Atlanta 96, y en la del fallecido Noé Hernández y Joel Sánchez, plata y bronce respectivamente en Sídney 2000.

En los campeonatos mundiales de atletismo también dejó marca con Enrique Vera, quien ganó plata en Malmo en 1976; Ernesto Canto, oro en Helsinki 1983, y Miguel Ángel Rodríguez, bronce en Atenas 2007.

Su contribución a la marcha mexicana se dio con la conquista de nueve medallas olímpicas, tres de oro, cuatro de plata y dos de bronce, y 118 preseas en competencias internacionales ganadas por mexicanos.