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Huelgas agitan otra vez a Brasil

Huelgas de trabajadores y policías, demandas sociales y protestas contra la Copa del Mundo: Brasil enfrenta un escenario difícil que pone a prueba su seguridad y organización a solo 27 días para que arranque el Mundial. Las protestas comenzaron a primera hora de la mañana de ayer en Sao Paulo, en una jornada en la que estaban programadas unas 50 manifestaciones contra la Copa en 10 de las 12 ciudades sede del Mundial.

Flanqueados por neumáticos en llamas, unos 5.000 manifestantes del Movimiento de los Trabajadores sin Techo (MTST) gritaban consignas contra el gasto público en la Copa de la FIFA y exigían una vivienda digna a apenas 300 metros del estadio inaugural del Mundial, el Arena Corinthians en Sao Paulo.

Con enormes carteles que decían “Copa sin Pueblo, en la calle de nuevo” y gritando consignas contra el Mundial, los manifestantes, en su mayoría vestidos de rojo, bloqueaban el tránsito en varias avenidas. No había enfrentamientos y la marcha era pacífica, aunque batallones de la Policía los seguían de cerca.

“La cuenta es regresiva: tienen 28 días para resolver no solo la (ocupación) ‘Copa del Pueblo’, sino todas las ocupaciones que están en lucha. Si no se resuelve, habrá problemas”, alertó Guilherme Boulos, un líder del MTST, en declaraciones ayer. “No está descartado que haya acciones como estas durante la Copa” que empezará el 12 de junio, añadió.

Unas 1.500 familias ocuparon un terreno privado a escasos 4 kilómetros del estadio mundialista y bautizaron esta nueva favela como “Copa del Pueblo”, en reclamo por los gastos en que Brasil incurrió para organizar el Mundial, calculados en unos 11.000 millones de dólares. A través de ocupaciones, el MTST presiona a las autoridades para obtener viviendas.

Los reclamos de los manifestantes también se dirigían a la presidenta Dilma Rousseff, sumida en un escenario complejo de cara a la cita mundial y a las elecciones de octubre en las que aspirará a la reelección. “Dilma ¿dónde está nuestra casa?”, gritaban algunos de los manifestantes.

El gobierno izquierdista de Rousseff ya enfrentó en junio del año pasado unas históricas movilizaciones contra el Mundial y en demanda de mejores servicios públicos, justo cuando se disputaba la Copa Confederaciones.

Las importantes autopistas Marginal Tieté y Marginal Pinheiros que circundan Sao Paulo estaban bloqueadas por piquetes de manifestantes, lo que empeora el ya caótico tráfico de esta ciudad con 11 millones de habitantes.

Cientos de trabajadores metalúrgicos y del metro de Sao Paulo se manifestaban por su parte en otras zonas de la ciudad, donde también los profesores de la red municipal de escuelas están movilizados desde hace días. En la rica región de Morumbí, en el sur de la capital paulista, otros manifestantes cortaban el tráfico.

El acto principal contra la Copa se realizó por la tarde en la céntrica avenida Paulista bajo el lema “No habrá Copa”, en la séptima manifestación callejera de este tipo este año.  El ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, le bajó el tono a esta renovada ola de protestas pre mundialistas y dijo el jueves que “no tiene por qué haber pánico”. Según él, las demandas no tienen nada que ver con la Copa.

Movimientos de huelga se suceden en diversos sectores del país. En Río de Janeiro, que acogerá siete partidos del Mundial, entre ellos la final el 13 de julio en el estadio Maracaná, una huelga de 48 horas paralizó esta semana al menos un 60% de la flota de autobuses y dejó cientos de vehículos dañados.

Los datos

Protestas

Los vigilantes bancarios de Río de Janeiro también están en huelga. En Recife, parte de la policía militar pasa por la misma situación.

Turistas

Brasil espera recibir a unos 600.000 turistas extranjeros durante el torneo. Además, uno tres millones de brasileños viajarán dentro del territorio nacional.

La recta final rumbo a la Copa

México, a cuartos

El hechicero mexicano Antonio Vázquez preparó un ritual para predecir los resultados del Tricolor y determinó que la selección alcanzará por fin los cuartos de final.

Escolta de EEUU

Ronnie Saiegh, un niño argentino que reside en Miami, fue seleccionado como escolta del equipo de Estados Unidos para el Mundial Brasil 2014. El chico es fanático de Messi.

11.000 millones de dólares es la inversión calculada que hace el Gobierno de Brasil para la organización del Mundial. La clase obrera considera que ese dinero es mal utilizado.

Triste

El brasileño Joao Miranda, defensa del Atlético de Madrid español, admitió ayer que se quedó “triste” por su ausencia en la convocatoria de la selección de su país.