En el umbral del puntapié inicial
Las selecciones de América buscan mantener la hegemonía que tienen como locales
El estadio Arena Corinthians de Sao Paulo atestiguará, el jueves 12 de junio —dentro de tres días—, la puesta en escena del Campeonato del Mundo con el choque entre Croacia y Brasil, que vuelve a ejercer de anfitrión por segunda vez en la historia de la competición.
Será la vigésima edición de la Copa del Mundo, 54 años después de que el conocido como el “Maracanazo” provocara una de las mayores decepciones padecidas en la selección brasileña, cuando Uruguay, en la final, le privó de la conquista de su torneo.
Las selecciones de América, que hasta ahora ganaron nueve de las 19 Copas del Mundo disputadas incluidas todas las que se jugaron en el continente, buscarán en Brasil mantener esa hegemonía y parece que tienen con qué lograrlo. ¿Será éste, una vez más, un Mundial en América para los americanos?, es difícil de preverlo, pero varios aspectos apuntan a su favor.
La historia, “que no juega pero pesa”, en palabras del seleccionador uruguayo Oscar Washington Tabárez, muestra que cuando los torneos se disputaron en campos americanos las selecciones de esta parte del mundo no dieron opción.
Así, Uruguay levantó la copa en el primer Mundial del que además fue sede en 1930 y repitió en 1950. En el torneo de Chile 1962 los brasileños se tomaron revancha y repitieron en México 1970 y en Estados Unidos 1994. Pero, además, le sumaron sus victorias fuera de América en Suecia 1958 y Corea y Japón 2002 para convertirse en la selección que más títulos acumula: cinco.
Jugando en casa, con Neymar en plenitud, la sapiencia Luiz Felipe Scolari en la conducción, “viejo zorro” de mil batallas, y una “torcida” de casi 200 millones de personas los brasileños claramente tienen la primera opción para extender la supremacía americana en América y volver a celebrar.
Argentina, con Leo Messi y compañía, es otro punto alto del fútbol del continente. Los argentinos levantaron la copa mundial que organizaron en 1978 y con Diego Maradona en su mejor momento repitieron en México 1986.
En la próxima Copa del Mundo amenazan con ser, obviamente después del local, la selección con más apoyo en las tribunas dada la proximidad geográfica y la expectativa que genera la albiceleste en su país.
México, un fútbol de gran poderío económico, tiene la espina histórica de que no pudo ser actor de primera línea y llegar a alzar la Copa del Mundo pese a organizarla en dos ocasiones: 1970 y 1986.
Los “hermanos del sur” Brasil y Argentina le quitaron ese privilegio y en esta ocasión además los aztecas tuvieron tremendos problemas para estar en Brasil. Un escalón por debajo aparece Colombia, que de la mano del argentino José Pekerman hizo una de las mejores eliminatorias sudamericanas de su historia y desde hace tiempo amenaza con dar el salto de calidad.
Chile y Estados Unidos fueron testigos en 1962 y 1994, respectivamente, de la consagración de Brasil, única selección que levantó copas en América, Europa y Asia.
Las plantillas que llegarán al Mundial brasileño, americanas o no, tendrán que adaptarse a varios inconvenientes. El clima y sus variantes será uno de los principales, teniendo en cuenta que los cotejos se jugarán por la tarde, seguramente con elevadas temperaturas y altos niveles de humedad.
Selecciones como las de Colombia, Ecuador, Honduras y Costa Rica pueden verse beneficiadas porque se encontrarán similitudes con su clima habitual. Además, Brasil es un país-continente y la nueva forma de disputa de los mundiales hace que todas las plantillas deban recorrer grandes distancias poniendo a prueba su condición física.
Se juega el reinado goleador de Ronaldo
Ronaldo Nazario, miembro del Comité Organizador de Brasil 2014, es el goleador de la historia de los Mundiales de fútbol, con un total de 15 dianas. Ronaldo estuvo en su dilatada carrera en cuatro citas universales, entre Estados Unidos 1994 y Alemania 2006, y además de ceñirse dos coronas se convirtió en el principal goleador de la historia, pese a no participar en el torneo norteamericano.
En Francia 1998, donde se proclamó subcampeón al perder la final contra Francia, sumó cuatro goles, la mitad que obtuvo en Corea del Sur y Japón 2002, donde fue uno de los artífices del título que logró el conjunto de dirigía Luiz Felipe Scolari, actual director técnico de la canarinha. Cerró su cuenta en Alemania 2006 con otros tres tantos.
Ronaldo supera por una diana a los alemanes Gerd Müller y Miroslav Klose, quien podría arrebatarle en Brasil dicho honor al entrar en la lista de Joachim Low, y en dos al francés Just Fontaine, que logró sus 13 tantos en Suecia 1958, cifra que ningún otro jugador alcanzó en un solo Mundial.