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Euforia, prudencia, optimismo y dudas en plena recta final

En plena cuenta atrás y a falta de dos días para que la pelota eche a rodar, Brasil, escenario del fútbol por antonomasia, pentacampeón y anfitrión en ejercicio, pretende asumir la presión con naturalidad.

Es el rival a batir en el Mundial. Y sus jugadores miran de frente a las enormes expectativas de su ‘torcida’, que no contemplan otra situación que la de recuperar la corona.

Brasil pretende prolongar en este certamen la autoridad que desplegó en la Copa Confederaciones. Liderado por Neymar, que ha recuperado su mejor versión en los choques preparatorios previos a la competición, es el aliento que presenta el bloque de Luiz Felipe Scolari. Un plantel batallador y talentoso que aspira a hacerse fuerte, con más músculo que el arte tradicional, en ‘su’ torneo.

En una situación similar, con menos tensión, pero con parecida responsabilidad, Argentina lleva horas en Brasil. La condición de mejor jugador del mundo de Leo Messi estimula al combinado celeste, que se aferra a La Pulga para alimentar sus sueños de campeón.

Messi ha recuperado el liderazgo del que ha adolecido el reciente ejercicio en la Liga española. Es el momento del jugador de Rosario, al que se achaca la falta de un gran resultado con su selección.

Todo este ruido alivia a España, recién llegada a Brasil después de su último amistoso, ante Panamá. El conjunto de Vicente del Bosque toma forma. El olfato de David Villa y la aportación de jugadores como Diego Costa, que auxilian el talento de los clásicos, anima su panorama.

La prudencia de su preparador ha calado entre el plantel, que se asoma a Brasil 2014 como vigente campeona, pero sin estridencias, centrado en su estreno ante Holanda en una reedición de la final de hace cuatro años, en Sudáfrica 2010, que coronó a España por primera vez.

Nunca un equipo europeo ha ganado en América un Mundial. Es un reto para la Roja y también para Alemania, Inglaterra o Italia, antiguas campeonas que viven de manera diferente sus primeras horas en Brasil.

Alemania es una alternativa eterna. Con experiencia de campeón y siempre al acecho del título. El cuadro de Joachim Low se sobrepone ahora a la baja de Marco Reus, lesionado en el partido contra Armenia.

El bloque germano, habitual en el tramo final de los grandes torneos, dispone en Brasil de una nueva ocasión de rentabilizar el talento de una generación que se ha hecho notar en el fútbol internacional. Miroslav Klose pretende ser importante en vísperas del arranque.

Sigue con puntería el atacante, que ya cuenta con 69 dianas como internacional y es el máximo goleador de la selección alemana de fútbol. Ahora pretende superar a Ronaldo como el máximo artillero de los mundiales (15). En el camino alemán está Portugal, que sigue a la espera de Cristiano Ronaldo. Las dudas rodean al astro luso, en plena recuperación después de un año agotador.

En la recta final también están Inglaterra e Italia. Asimismo, Holanda y Francia. Los holandeses confían en salir airosos del choque contra España y reavivar sus posibilidades en un trayecto que se advierte complicado, con Brasil en el tendido, si no termina como primero de su grupo.

Los datos

A última hora

Alfombras y butacas aún eran colocadas ayer a último minuto en ese estadio de Sao Paulo, el Arena Corinthians, con capacidad para 61.000 personas, donde el jueves será la inauguración.

El favorito

En una casa que no está en orden, la selección de Brasil iniciará pasado mañana, cuando juegue con Croacia en el primer partido del campeonato mundial, su camino hacia la sexta corona mundial cargada de una pesada responsabilidad por ser local.