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Primero hubo gases y luego llegó la fiesta

La mayor fiesta del fútbol planetario comenzó ayer  en Brasil, precedida por una colorida ceremonia inaugural en el estadio Arena Corinthians de Sao Paulo, cerca de donde la Policía dispersó con gases lacrimógenos y balas de goma a manifestantes anticopa.

Hubo danza, celebración y canto dentro del flamante estadio; en cambio, gases, periodistas heridos y corridas afuera. Los espectadores entusiastas acompañaron la canción del Mundial, We are one, que interpretaron juntos la superestrella estadounidense Jennifer Lopez, Pitbull y la brasileña Claudia Leitte, integrando una bella coreografía en la que participaron unos 600 bailarines.

Jennifer Lopez enfundada en un brillante body bordado de lentejuelas verdes y tacos altos sorprendió a los espectadores con un logrado paso de samba, la típica danza del país anfitrión.

Horas antes el clima era totalmente opuesto: en medio de protestas antimundial grupos de manifestantes fueron dispersados con gases y balas de goma por la policía. Como ocurrió hace un año durante la Copa Confederaciones, los manifestantes repudiaban los excesivos gastos en las obras del Mundial, estimados en 11.000 millones de dólares, y exigían redirigir los fondos hacia la salud y la educación.

Los intérpretes demostraron que saben enfrentarse bien a una audiencia mundial y disfrutaron de mucho más protagonismo, tanto en el estadio como en la televisión, que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y los otros 11 jefes de Estado presentes este jueves en Sao Paulo, que apenas se vieron.

También estuvo presente  el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien por fin vio en marcha al Arena Corinthians, uno de los grandes dolores de cabeza de los organizadores.

Sin embargo, no todo el mundo hizo caso a Claudia Leitte, que el martes había pedido a los aficionados que llegaran pronto al estadio para no perderse el show, ya que al comienzo de la ceremonia el recinto estaba a unos dos tercios de su capacidad. Con las tribunas norte y sur casi repletas, los más retrasados fueron los de la parte este y oeste, lugares donde no dejó de llegar público durante todo el espectáculo. El grupo de 660 bailarines dirigidos por Daphné Cornez presentó un show dividido en tres partes: naturaleza, gente y fútbol, los “tesoros de Brasil”, según su coreógrafa.

Apenas pudieron escucharse con claridad las cuatro cuicas, unos tambores con un característico sonido agudo tradicional que se usan para la samba, con lo que comenzó el espectáculo.

De los colores fríos que vistieron los artistas para representar la parte de la naturaleza, se pasó a los saltos de los capoeiristas y amalgama de músicas de este gigante país de más de 200 millones de personas, que acabó “sambando” en la cancha del Arena Corinthians. Cada minuto del elaborado espectáculo requirió unas 20 horas de trabajo artístico y se necesitaron hasta 84 horas de ensayo para coordinarlo.

Los datos

No se llenó

Hubo espacios en las tribunas rectas, pues los espectadores tardaron.

Sin discurso

Por primera vez, la FIFA decidió sacar del acto el discurso inaugural, fue por temor a   los silbidos.

Bailarines

Unos 660 danzarines mostraron al mundo los tesoros de Brasil en un show dividido en tres partes.

Previa

Cada minuto del espectáculo necesitó unas 20 horas de trabajo artístico y 84 horas de ensayos para la coordinación.

Protestas

En Sao Paulo, la Policía lanzó gases, balas de goma y bombas de ruido para dispersar a miles de manifestantes.

Un hincha parapléjico dio el inicio

Puntapié inaugural

En la inauguración de Brasil 2014 un elemento que más ganó atención fue la presencia de un joven discapacitado que hizo rodar la pelota mediante un dispositivo tecnológico, con el que envió la orden desde su cerebro para mover el exoesqueleto preparado especialmente para la ocasión. Lamentablemente, solo lo mostraron brevemente.

Sin relevancia

La instauración de la tecnología para la inclusión de todos en el Mundial cayó muy bien a todo el mundo, pero casi no tuvo relevancia para los televidentes. Al muchacho cuadripléjico que habían designado para dar el puntapié inicial de la ceremonia, casi ni lo mostraron. Apenas unos segundos para algo tan emotivo, reportó el portal argentino de noticias Infobae.

Tecnología

Para la movida simbólica, se utilizó un exoesqueleto que pesa 70 kilos y mide 1,78 metros. Tiene una batería que le da una autonomía de movimiento de dos horas y es controlado por las actividades cerebrales del paciente, que también recibe señales sensoriales de la máquina.

Insultos

Miles de hinchas en las tribunas insultaron a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, durante la inauguración. La Mandataria busca la reelección en los comicios generales de octubre.”Dilma, ¡vete a tomar por c…!”, gritaban muchos hinchas locales en el estadio.