Honduras apurará sus remotas opciones para estar en octavos del Mundial hoy (16.00) ante una Suiza inmersa en la pelea por la clasificación.
Xherdan Shaqiri, el principal motor ofensivo que tiene el equipo suizo, es la apuesta para resucitar el conjunto europeo.
“Soy un jugador como los otros, no hay que esperar que sea más decisivo que los otros, soy uno entre once”, señaló durante la conferencia en Porto Seguro. Pero ni los periodistas en la sala de prensa ni los aficionados que lo escuchan se dejan engañar por esta declaración de humildad. Todo el mundo sabe que las posibilidades de Suiza de llegar lejos en Brasil-2014 pasan por las botas de este su líder.
A los 22 años Shaquiri es un jugador técnico y potente, capaz de definir un partido en una jugada aislada. A eso apunta Suiza. El Bayern Múnich alemán lo fichó en 2012 con vistas a ser el sucesor de Franck Ribery.
Al frente, el seleccionado centroamericano aún peleará una última y compleja posibilidad: primero la de superar a los helvéticos, con el añadido de marcar una cantidad de goles a favor y esperar que los ecuatorianos pierdan ante Francia.
“Hay una oportunidad aún, vale la pena tomar riesgos, seguramente los tomará el técnico con el esquema que mande”, declaró el volante hondureño Bryan Beckeles en la conferencia del lunes en Porto Seguro.