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Rusia, a ganar; a Argelia le basta empatar

Forzada por su gris comienzo, la selección rusa que dirige Fabio Capello está obligada a vencer a Argelia, hoy en Curitiba, para pasar a unos octavos de final que son el objetivo mínimo del país que acogerá el próximo Mundial de fútbol.

Después de 12 años ausente, tras superar la fase de clasificación europea por delante de Portugal, el equipo de Capello despertó enormes expectativas en su afición. Un 25% apuntaba a ganar el título, algo que por el momento en Brasil parece imposible. Por eso, el empate ante Corea del Sur (1-1) y la derrota ante Bélgica (1-0) pusieron al italiano entre las críticas.

A Capello se le recrimina que no utilice a Alan Dzagoev ni al exsevillista Alexander Kerzhakov. El primero, un proyecto de estrella. El segundo, el máximo goleador histórico de la selección (26 tantos), es un revulsivo de última hora. Kerzhakov entraría en el equipo en lugar de Alexander Kokorin, el atacante de 23 años, ídolo en el Dínamo de Moscú, que se convirtió en la decepción.

El equipo de Capello necesita el gol, porque con un punto en tres partidos no le sirve más que una victoria, pero hasta el momento el técnico ha recurrido a la mala suerte —el error del meta Igor Akinfeev ante Corea y el tanto encajado en los minutos finales frente a Bélgica— para justificar el pobre bagaje de su equipo.

Ahora, ya no tiene más margen de error. El problema es que enfrente tendrá a Argelia, un conjunto eufórico tras lograr su primera victoria en un Mundial desde 1982. El 4-2 a Corea del Sur, además, le ha convertido en la selección africana que más tantos ha marcado en un partido mundialista.

El equipo magrebí, que se mueve al ritmo del valencianista Sofiane Feighouli, ha mostrado al mundo a Islam Slimani, un atacante del portugués Sporting de Lisboa, de 26 años, que tras ser suplente ante Bélgica revolucionó el juego de los “fenecos” en el segundo partido, en el que marcó un gol y dio dos asistencias magistrales a sus compañeros.

Slimani, elegido el mejor jugador argelino de 2013, acumula ya 11 goles en 23 apariciones con su selección y comienza a ser objeto de deseo de numerosos clubes como el West Ham y el Stoke ingleses, el Trabzonspor turco o el Marsella francés.

A Argelia le podría bastar el empate, pero su técnico bosnio, Vahid Halihodzic, quiere redondear una primera fase impecable, con un fútbol y resultado casi perfecto, con un juego ofensivo que a punto estuvo de sorprender a Bélgica, en la primera jornada, y le puede llevar a los octavos de final por primera vez en su historia mundialista.