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Los kurdos iraquíes espían a los yihadistas y esperan armas

En lo alto de una colina, los combatientes kurdos vigilan Zumar a la espera del momento oportuno y de un suministro de armas para intentar expulsar a los yihadistas del Estado Islámico (EI) de esta ciudad del norte de Irak.

Los peshmergas no pueden acercarse a la zona, no solo por los francotiradores emboscados, sino porque la ciudad está llena de explosivos, explica a la AFP el general Musa Gardi, al frente de una unidad con sede en Ain Zala, unos kilómetros más al sur.

Intentar apoderarse de Zumar tal como están las cosas sería un suicidio debido a las bombas ocultas en casas, coches…. Por eso los peshmergas esperan un equipo técnico encargado del desminado del terreno.

“Por el momento, nuestra principal tarea es vigilar los depósitos de petróleo de la ciudad para que el EI no se apodere de ellos y venda el crudo de forma ilegal”, explica.

Uno de los depósitos de hidrocarburos se encuentra en la parte baja de la colina, un poco apartado de la localidad, de la que han huido buena parte de sus 15.000 habitantes.

Desde el comienzo de su ofensiva, el 9 de junio al norte de Bagdad, los yihadistas han tomado el control de extensas zonas de territorio y de varios campos petroleros. Los productos los venden en el mercado negro.

Dos meses después Estados Unidos decidió ayudar a los peshmergas con bombardeos aéreos, como en Zumar, para frenar el avance del EI en el norte, que amenaza la región autónoma del Kurdistán.

Otros países occidentales entregaron armas a la capital del Kurdistán, Erbil. Pero las armas no acaban de llegar a Ain Zala, se queja el general Gardi, cuyos soldados están equipados con unos cuantos Kalashnikovs, lanzacohetes y fusiles.

Los peshmergas no recibirán armas pesadas de Estados Unidos, que irán a parar al ejército federal, afirma Michael Knights, del Washington Institute for Near East Policy (Instituto de Washington para la Política de Oriente Próximo).

Según dice, Washington estima “que las unidades de los peshmergas, que no forman parte del ejército federal, solo deben estar equipadas de armas y de vehículos ligeros”.

Los bombardeos aéreos estadounidenses permitieron a los kurdos y a las fuerzas oficiales arrebatar a los yihadistas la presa de Mosul, la más grande de Irak, y otros sectores.

El general asegura que los pueblos árabes de la región dejaron entrar al EI sin oponer resistencia. La población de los de mayoría kurda huyó y está regresando desde que los peshmergas retomaron el control.

Alemania anuncia dotación de arsenal a los peshmergas

El primer ministro británico, David Cameron, condenó “unánimemente” en nombre de los aliados los “actos de barbarie” del Estado Islámico, que secuestra a miles de civiles y comete asesinatos en masa.

El presidente francés, François Hollande, también se mostró favorable a la “respuesta militar” a EI, aunque dijo que tendrá que hacerse bajo “el derecho internacional”.

Los aliados también quieren seguir armando a los combatientes kurdos (peshmergas) que luchan contra el EI, y siete países, entre ellos Estados Unidos, Francia, Alemania e Italia, ya les han entregado armas o lo harán.

Rompiendo su política exterior tradicional, Alemania anunció la entrega de 30 misiles antitanque, 16.000 fusiles de asalto y 8.000 revólveres.

Los obstáculos para llevar a cabo la ofensiva contra el EI, que ha declarado un califato en varios territorios de Siria e Irak, son
numerosos.

“En Irak hay un gobierno que pide ayuda, es un marco definido. Pero en Siria hay un estado, una oposición y un Estado islámico. Es una operación mucho más compleja a nivel político y jurídico”, afirmó una fuente francesa.

Coalición internacional contra el EI

AFP  / Newport (Reino Unido)

La coalición internacional que Estados Unidos intenta formar contra los yihadistas del Estado Islámico (EI) no tendrá nada que ver con aquella que permitió a Washington invadir Irak en 2003, aseguró el viernes la diplomacia estadounidense.

Al cierre el viernes de una cumbre de la OTAN en Gales, el presidente Barack Obama prometió “derrotar” al EI gracias a la formación de una gran alianza.

Pero “cuando hablamos de lo que hacemos hoy, no queremos de ninguna manera que esto recuerde a lo que fue hecho en 2003, cuando la invasión de Irak”, argumentó la portavoz asistente del departamento de Estado, Marie Harf, durante una conferencia de prensa.

“Que esto quede claro. No quiero en absoluto que haya comparaciones”, recalcó.

Harf fue preguntada sobre los paralelismos entre la coalición de 49 países que había permitido al Ejército estadounidense del gobernante de la época George W. Bush invadir Irak en marzo de 2003, y los diez países reunidos este viernes en la OTAN para establecer las bases de una alianza contra el Estado Islámico.

“Sin duda, no utilizamos el mismo manual estratégico”, contestó.

El responsable del departamento de Estado, John Kerry, y el secretario de Defensa, Chuck Hagel, invitaron el viernes en la cumbre de la OTAN a representantes de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Australia, Turquía, Canadá y Polonia para poner en marcha una coalición contra los ultrarradicales del Estado Islámico, que controlan partes de Irak y Siria.

El drama que el ei siembra

Estado Islámico pretende amedrentar a Occidente con el secuestro y posterior decapitación de personas.

El 19 de agosto de este año, el EI sorprendió con un video en el que mostró la decapitación del periodista estadounidense James Foley.

El 2 de septiembre, otro periodista estadounidense (también de nacionalidad israelí), Steven Sotloff, fue decapitado bajo las mismas condiciones.

Ante la ola de decapitaciones, Estados Unidos advirtió que no se amilanará por las acciones y continuará su arremetida contra el EI.