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Nosiglia, cada vez más alto

Wálter Nosiglia cruzó ayer la meta de Iquique y se ubicó en un estupendo quinto lugar en la clasificación general de cuadriciclos, el sitial más alto que ha alcanzado un piloto boliviano en la historia del Dakar, algo que ni él mismo se imaginaba que podía ocurrir. El objetivo —con un marcado optimismo— del piloto chuquisaqueño antes de comenzar la carrera más extrema del mundo era acomodarse entre los diez primeros, sin embargo, estar ya entre los cinco “es como alcanzar el cielo con las manos”, dijo.

Con el transcurrir de las horas y una vez que terminó la sexta etapa disputada entre Antofagasta e Iquique, esa ubicación se confirmó en la página oficial del Dakar. Nosiglia está ahora en el quinto lugar con un acumulado de 29 horas, 21 minutos y nueve segundos.

En su afán de estar cada día mejor, y contando con una máquina —una Honda que se está batiendo sola contra las Yamaha que son las preferidas de los pilotos— ayer volvió a saltar dos escalones en la clasificación y —tras un merecido descanso hoy en Iquique—  mañana emprenderá la séptima etapa que entrará a Bolivia, donde será el gran anfitrión en esa privilegiada situación.

“Ni saben lo que se sufre en la carrera, las cosas que hay que pasar; uno hasta quiere dejarlo todo e irse, pero los resultados que a veces se dan, más el apoyo de la gente, te motivan a seguir”, agregó. La etapa de 277 kilómetros de especial (además hubo 372 kilómetros repartidos en dos enlaces) la cubrió en 5 horas, 17 minutos y 10 segundos, y ocupó la séptima posición, a 55 minutos del chileno Ignacio Casale, que fue el vencedor del día en esa categoría.

En las zonas de espectadores, Nosiglia vio a mucha gente boliviana que con banderas le alentaba, lo que se hizo más grande cuando llegó a la rampa de la plaza Arturo Prat, donde se encontró con decenas de bolivianos que le aplaudían, querían tocarlo y sacarse fotos con él, y le hicieron sentir su cariño. “Si así fue aquí, no quiero ni pensar lo que será cuando entre a Bolivia”, lo que está previsto que ocurra mañana.

Nosiglia se quedó como único representante boliviano en cuadriciclos, tras confirmarse el abandono del paceño Sergio Mita, quien cuando corría entre los controles seis y siete —de los nueve en total que tuvo la etapa— sufrió un accidente sin consecuencias para él (solo sufrió algunas contusiones), aunque su máquina quedó destrozada, lo que le obligó a abandonar.

Ahora, Wálter Nosiglia se codea con los mejores de los cuadriciclos; el polaco Ralfal Sonik está primero y bien encaminado a obtener el título, por delante de Casale, el uruguayo Sergio Lafuente y el argentino Jeremías González.

En la general, el piloto boliviano está a casi tres horas del primero y a una hora y diez minutos del cuarto, o sea que parece complicada la posibilidad de avanzar más. Eso sí, para cuidar su quinto lugar —que ya representa toda una hazaña— no deberá aflojar ni descuidarse, pues solo le lleva cinco minutos al sexto, el argentino Sebastián Halpern, y 32 minutos al séptimo, el paraguayo Nelson Sanabria, que van a atacarlo en lo que viene.

Los datos

Está bien

Wálter Nosiglia prefiere no hablar mucho de su lesión: tiene una fisura y una fractura en dos costillas, pero un tratamiento específico, con inyecciones y pastillas, además de un vendaje, le permite seguir en carrera.

Descanso

Las motos y cuadriciclos tendrán hoy su primer y único descanso en la carrera, en Iquique. Mañana reanudarán la marcha para ingresar a territorio boliviano, hasta Uyuni.